BMW
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Mientras enfrenta dificultades para producir su primer auto de alto volumen, tiene algunos consejos para su rival en vehículos eléctricos: aprovechar la mano de obra humana, ser flexible y centrarse en los detalles.

Tesla, cuyo Model 3 se apresta a competir con el Serie 3 de BMW y el próximo sedán eléctrico i4, prorrogó en reiteradas oportunidades las metas de producción y suspendió temporalmente las líneas de montaje para reorganizarlas. En medio de esas dificultades, , su fundador, admitió haber instalado demasiados robots.

Por el contrario, el sistema de producción de BMW lanza en forma constante autos de elite para los clientes más exigentes del mundo, una de las razones claves de su éxito a lo largo de los años.

La compañía, que realiza su asamblea anual en Múnich este jueves, enfrenta también el reequipamiento costoso de la mayor parte de esa red para montar vehículos propulsados por baterías junto con sus modelos convencionales, lo cual le da una escala que Tesla no puede igualar.

“Producir autos en ciclos de 60 segundos: eso es un factor decisivo”, dijo en una entrevista Oliver Zipse, quien supervisa la red de producción de BMW, capaz de fabricar la producción total 2017 de Tesla una vez cada dos semanas. “Automatizar por completo el proceso de montaje no es nuestro objetivo porque el ser humano con sus cualidades únicas es imbatible en cuanto a flexibilidad”.

Los directivos manifestaron durante mucho tiempo que su nuevo competidor enfrentaría problemas a la hora de adquirir escala para ofrecer vehículos eléctricos a un público más amplio, luego de que el éxito con autos como el Model S P90D con un valor de US$ 110,700 pusiera en evidencia de manera inquietante la escasez de opciones eléctricas atractivas que aqueja a los fabricantes de autos convencionales.

“Es posible que haya más libertad de acción en el segmento de alta gama del mercado por encima de los 100,000 euros (US$ 118,000), pero al ingresar en los segmentos de mercado con volúmenes como el Serie 3, o incluso en el Serie 5, es fundamental mantener los costos bajo control”, dijo Zipse de BMW. “Es algo en lo que no puede haber ineficiencias”.

El lanzamiento por parte de BMW de 12 vehículos eléctricos para el 2025 comienza el año próximo con un Mini a batería armado en su fábrica de Oxford, Inglaterra, junto con modelos convencionales. Ese proyecto servirá de base para renovar cuatro de sus siete plantas más importantes para el 2021, incluidas las de su ciudad natal de Múnich al igual que en Shenyang en China.

Después de aprender de sus propias dificultades con una línea de montaje independiente para el auto eléctrico urbano i3 de 2013 en Leipzig, BMW acota sus lanzamientos convencionales. El trabajo “meticuloso y muy detallado” contribuyó a reducir los costos para el reequipamiento en Oxford desde alrededor de 1,000 millones de euros hasta menos de 100 millones de euros (US$118 millones), según Zipse.

Los fabricantes de autos de alta gama de Alemania tienen muchos deseos de competir con Tesla después de que la marca californiana de moda amenazó con redefinir los autos de lujo con el éxito de su emblemático Model S. Los sobresaltos en la producción del Model 3 abrieron la puerta para que BMW y Mercedes-Benz arrebaten la ventaja a Tesla.

“Estamos preparando la arquitectura de nuestros autos y nuestras fábricas para integrar esta tecnología de manera flexible”, dijo Zipse. “Para nosotros, generar esa flexibilidad es la manera más eficiente de ofrecer autos eléctricos asegurando rentabilidad”.

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