Según el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), la cantidad de personas que realizan trabajo remoto, tras el COVID-19, pasó de 2,000 a 200,000. El Gobierno busca que este incremento se mantenga, pues considera a esta modalidad útil para la “nueva convivencia”. La encuesta Workplace of the Future, de Boston Consulting Group (BCG), analiza esta situación en el Perú.
“Incluso antes del COVID-19, ya estábamos viendo una tendencia en las empresas hacia el trabajo remoto. En Perú, era menos marcada que en Colombia o Chile. Pero llegó la pandemia y todos los países reaccionaron rápidamente”, señala Marcial Gonzalez, Managing Partner de BCG.
Gonzalez explica que, durante los últimos tres meses, el 70% de los trabajadores en compañías formales, grandes y medianas, empezaron a realizar sus labores de manera remota. Hoy, con el levantamiento de la cuarentena general, el 40% mantendrá algún tipo de esquema remoto.
¿Cuál ha sido el impacto esta medida? Los resultados de la encuesta de BCG para el Perú son heterogéneos, pero se ha registrado un incremento de la productividad entre 15% y 40%.
Asimismo, comenta Gonzalez, se observó una caída del 40% en el ausentismo y un 15% menos de rotación de personal. Esto último se atribuye más a la situación de contracción económica que a la modalidad de trabajo remoto en sí.
En cuanto a la reducción de ausentismo, el representante de BCG considera que se debe a "la mayor flexibilidad en los horarios, la gente ya no tiene la necesidad de pedir días libres".
Matices
BCG ha identificado hasta 25 tipos de funciones en las empresas y cada una podría implementar diversos tipos de trabajo remoto. “Una persona que trabaja de cara al cliente no tiene la misma posibilidad de hacer sus labores a distancia en comparación a alguien que trabaja en oficina o es un operario dentro de una fábrica”, explica.
De otro lado, BCG señala que el trabajo remoto en el Perú enfrenta tres principales desafíos. En primer lugar, está la línea difusa entre lo laboral y lo personal. “Lidiar con todo eme el mismo lugar genera un estrés adicional que repercute en una mayor cantidad de horas trabajadas”, indica Gonzalez.
Otro riesgo es la creación de "silos". "Antes la gente trabajaba en equipo y ahora la gente se está acostumbrando a trabajar por su lado". Finalmente, el trabajo remoto también hace que se pierda la cohesión en los grupos humanos. Por ello, el especialista de BCG considera que se debe trabajar mucho en fortalecer la cultura de las compañías.
A pesar de estas dificultades, la encuesta de BCG ha identificado un incremento de la satisfacción de los trabajadores en el Perú que se ubica entre el 10% y el 15%.