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Hay pocas cosas en la vida que, con seguridad, son tan sofocantes como las conferencias telefónicas para discutir los resultados corporativos.

Desde los tediosos descargos de responsabilidad al principio sobre "declaraciones de proyecciones futuras", hasta los comentarios sin vida que leen los directores financieros y las preguntas evasivas y poco claras formuladas por analistas zalameros, las teleconferencias sobre resultados tienden a emitir un rango tonal tan monótono que se pueden escuchar cientos de los informes sin oír una sola cosa memorable. Son la “muzak” del mundo de los negocios.

La banalidad es, por supuesto, por diseño. Las grandes empresas no quieren que sus ejecutivos causen revuelo en una teleconferencia sobre resultados tanto como los propietarios de la NFL quieren que sus novatos seleccionados hagan noticia durante las conferencias de prensa para presentarlos. La meta es proyectar confianza y ser olvidable.

El desempeño desordenado de en la reciente teleconferencia de Tesla sobre los resultados, donde de manera extraña reprendió a los analistas, diciéndoles cosas como que "las preguntas aburridas y tontas no son geniales", fue un recordatorio de cómo rara vez estos rituales de desfiles corporativos se desvían.La ola de cobertura mediática poco halagüeña que siguió envió un escalofrío colectivo por el mundo de las relaciones con los inversores.

"Nunca querrá ver a sus representantes directivos salirse de sus casillas con los inversores", dijo Christopher King, vicepresidente de relaciones con inversores de Windstream Holdings Inc., que proporciona servicios de telecomunicaciones en áreas rurales.

Diferencias
Si bien no hay mucho que los directores de escena corporativos puedan hacer con un ejecutivo impulsivo que de repente se sale del guión, pueden tratar de controlar los factores que pueden provocar una reacción tan sensible. En resumen, pueden intentar manipular las preguntas.

"Definitivamente hay equipos de administración que preferirían que los analistas sean solo porristas", dijo David Amsellem, analista de Piper Jaffray & Co. "Simplemente no parecen respetar la independencia de los analistas".

Para tratar de mantenerlos en línea, las empresas pueden recompensar a los amigos analistas con acceso excepcional a sus principales ejecutivos y castigar a los críticos aislándolos. ¿No hay ronroneo sobre el desempeño y las perspectivas de la compañía? No hay preguntas en la teleconferencia sobre los resultados.

Por el momento, Amsellem dice que tiene diferencias con la farmacéutica Allergan Plc, para la que ha mantenido una calificación de neutral desde el 2016. En un informe de mayo, mencionó "oportunidades desperdiciadas y juicio sospechoso" y pidió "un cambio en el máximo liderazgo". No ha sido llamado para hacer una pregunta en las tres últimas teleconferencias de Allergan.

Amy Rose, portavoz de la compañía, dice que Allergan regularmente llama a los analistas que tienen recomendaciones neutrales a negativas para las acciones. Dado que hay más de 20 analistas que cubren la empresa y que hay el tiempo para ocho o 10 preguntas por llamada, dice Rose, la compañía no puede llamarlos a todos. Los ejecutivos de Allergan se reunieron con Amsellem en el otoño boreal de 2017 para responder preguntas y comentarios.

Revancha de Twitter
A veces, la estrategia de boxeo puede ser contraproducente. Desde la llegada de las redes sociales, los analistas que han sido desairados en las teleconferencias sobre resultados tienen muchas otras oportunidades para causar revuelo en otro lugar.

Por ejemplo, Rich Greenfield, de BTIG LLC. En los últimos años, Greenfield se ha convertido en un enérgico crítico de Walt Disney Co., criticando a la empresa en una variedad de temas, incluso por su estrategia de streaming para sus redes de televisión de pago como ESPN.

Los ejecutivos de Disney, a su vez, han mostrado poca paciencia con Greenfield. No lo han invitado a hacer preguntas durante una teleconferencia durante varios años, un desaire que Greenfield no ha dejado de publicitar.

Durante una teleconferencia en agosto, Greenfield publicó una fotografía de sí mismo en Twitter, vestido con una camiseta de ESPN y esperando "en la cola" con su mano levantada. Menos de dos semanas más tarde, el director ejecutivo de Disney, Bob Iger, bloqueó a Greenfield en Twitter.

Greenfield protestó, y la situación generó un montón de atención de los medios.Aun así, la situación ha persistido. El martes, durante la teleconferencia de resultados de Disney, Greenfield publicó una foto de sí mismo en Twitter, con la mano en alto, con un filtro de Chewbacca superpuesto a su cara. Disney respondió preguntas de múltiples analistas. Greenfield no fue uno de ellos.

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