La comunicación, o la falta de ella, es un tema que se toca diariamente en las organizaciones. (Foto: MorgueFile)
La comunicación, o la falta de ella, es un tema que se toca diariamente en las organizaciones. (Foto: MorgueFile)

Para ser un gran líder necesitas -obligatoriamente- ser un gran comunicador. Los mejores líderes del mundo son todos comunicadores excepcionales. Si repasamos y analizamos a los grandes líderes que existen y han existido a lo largo de la historia podemos ver cómo estos abordan un tema para llegar a la audiencia. Podrían hablar directamente sobre sus ideas, pero lo hacen de una manera que también habla de sus emociones y sus aspiraciones. Se dan cuenta de que si su mensaje no tiene una raíz profunda en el receptor, es probable que no se entienda, y mucho menos se defienda.

La comunicación, o la falta de ella, es un tema que se toca diariamente en las organizaciones; no es ninguna novedad que los problemas dentro de las empresas ocurran como resultado de comunicaciones deficientes. Es precisamente esta paradoja la que resalta la necesidad de que los líderes se centren en convertirse en grandes comunicadores. La comunicación efectiva es un componente esencial del éxito profesional, ya sea personal u organizacional.

Sin embargo, las habilidades y/o conocimientos que adquieres solo son valiosos en la medida en que pueden aplicarse en la práctica cuando se solicitan. Lo más importante que poseen los grandes comunicadores es el mayor sentido de conciencia situacional y contextual. Los mejores comunicadores son grandes oyentes y astutos en sus observaciones, son expertos en la lectura de una persona o grupo. No solo leen bien su entorno, sino que poseen la extraordinaria capacidad de adaptar sus mensajes a dicho entorno sin perder el ritmo.

Entonces, ¿cómo sabe cuándo sus habilidades han madurado y se ha convertido en un excelente comunicador? Estos diez principios le darán una luz para llegar a la respuesta:

  • OBJETIVO PERSONAL

Deje de emitir comunicaciones corporativas y comience a tener conversaciones organizativas; piense en un diálogo, no en un monólogo. Aquí está la cosa: cuanto más personal y atractiva sea la conversación, más efectiva será. Recuerde este axioma: "A la gente no le importa cuánto sabes hasta que saben cuánto te importa".

  • SEA ESPECÍFICO

La especificidad es mejor que la ambigüedad: aprenda a comunicarse con claridad. Simple y conciso siempre es mejor que complicado y confuso. Sin comprender el valor de la brevedad y la claridad, es poco probable que alguna vez se le brinde la oportunidad de llegar al nivel granular, ya que las personas lo desconectarán mucho antes de llegar a ese punto. Su objetivo es eliminar lo superfluo y hacer que sus palabras cuenten.

  • ENFÓQUESE EN LOS QUE SE DEJAN ATRÁS, NO EN LOS QUE SE LLEVAN

Los mejores comunicadores no solo son expertos en aprender y recopilar información mientras se comunican, sino que también son expertos en transferir ideas, alinear expectativas, inspirar acciones y difundir su visión. La clave es acercarse a cada interacción con el corazón de un sirviente. Cuando realmente se concentre en contribuir más que recibir, habrá logrado la meta.

  • TENER UNA MENTE ABIERTA

Un líder lleva su juego a un nivel completamente nuevo en el momento en que busca voluntariamente a aquellos que sostienen opiniones disidentes y posiciones opuestas con el objetivo no de convencerlos de que cambien de opinión, sino del objetivo de entender lo que tienen en mente. Abra diálogos con quienes lo confrontan, lo desafían, lo estiran y lo desarrollan. Recuerde que no es la opinión lo que importa, sino la disposición a discutirlo con una mente abierta y aprender.

Los grandes líderes tienen claro que la comunicación no se trata de uno mismo, sino de ayudar a los demás. (Foto: MorgueFile)
Los grandes líderes tienen claro que la comunicación no se trata de uno mismo, sino de ayudar a los demás. (Foto: MorgueFile)

  • CÁLLESE Y ESCUCHE

El simple hecho de transmitir su mensaje a nauseam (debate que se alarga hasta llegar al abandono de alguna de las partes por cansancio) no tendrá el mismo resultado que participar en una conversación significativa, pero esto supone que entiende que la mejor forma de discurso tiene lugar dentro de una conversación, y no una conferencia o un monólogo.

  • REEMPLACE EL EGO CON EMPATÍA

Cuando la franqueza se comunica con empatía y cuidado y no con la arrogancia orgullosa de un ego demasiado inflado, comienzan a suceder cosas buenas. Los comunicadores empáticos muestran un nivel de autenticidad y transparencia que no está presente en aquellos que eligen comunicarse detrás de la fachada cuidadosamente elaborada y sostenida por un ego muy frágil.

  • LEA ENTRE LÍNEAS

Los grandes líderes tienen la habilidad de entender lo que no se dice, ni se atestigua ni se escucha. En esta era de comunicación instantánea, todos parecen estar tan apurados por comunicar lo que tienen en mente que no se dan cuenta de todo lo que se puede obtener de las mentes de los demás. Mantenga sus ojos y oídos abiertos y su boca cerrada y se sorprenderá de cómo se eleva su nivel o conciencia organizativa.

  • CUANDO HABLE, SEPA DE LO QUE ESTÁ HABLANDO

Si no posee experiencia en la materia, pocas personas le prestarán atención. La mayoría de las personas exitosas tienen poco interés en escuchar a aquellas personas que no pueden agregar valor a una situación o tema, pero se obligan a entablar una conversación solo para oírse hablar.

  • HABLE CON LOS GRUPOS COMO INDIVIDUOS

Los líderes no siempre tienen el lujo de hablar con individuos en un ambiente íntimo. Los grandes comunicadores pueden adaptar un mensaje para que puedan hablar con 10 personas en una sala de conferencias o con 10,000 personas en un auditorio y hacer que se sientan como si estuvieran hablando directamente con cada uno de ellos como persona.

  • ESTÉ PREPARADO PARA CAMBIAR EL MENSAJE SI ES NECESARIO

Otro componente de la estrategia de comunicación que rara vez se discute es cómo evitar que un mensaje salga mal y qué hacer cuando lo hace. Se llama estar preparado y desarrollar un plan de contingencia. Debe tener en cuenta que para que ocurran interacciones exitosas, su objetivo debe estar alineado con aquellos con los que se está comunicando. Si su experiencia, empatía, claridad, etc. no tiene el efecto deseado, necesita poder hacer un impacto cambiando las cosas sobre la marcha. Use preguntas geniales, humor, historias, analogías, datos relevantes, etc.