Luis Alberto Arias Minaya, exjefe de la Sunat, en entrevista con Gestión.
¿Qué se espera de la recaudación tributaria este año?
Hay que tener en cuenta que si bien la recaudación se había recuperado un poco antes de la pandemia, la presión tributaria era una de las más bajas en América Latina. Esto se debía a una política tributaria con muchas exoneraciones y a la elevada evasión de IGV e Impuesto a la Renta (IR).
¿La pandemia complicó esta situación?
La pandemia genera una recesión económica muy fuerte y, naturalmente, afecta los ingresos (tributarios). Pero también se ven afectados porque ha habido aplazamientos de pagos, aunque a partir de julio ya se tiene que pagar lo que no se pagó en marzo. Este año la recaudación caerá fuertemente, calculo en un 25%.
¿Cuánto tiempo tomará recuperar los niveles precovid-19?
Va a depender de la evolución económica. Pero si miramos la crisis global del 2008, demoró dos o tres años recuperar los niveles previos. Ahora va a tomar por lo menos tres o cuatro años.
¿Qué impacto tiene esto en las finanzas del Estado?
Va a complicar el manejo de las finanzas y esto hará que ocurran dos cosas: que consumamos parte de nuestros ahorros y también que tomemos algo más de deuda. No sabemos cuánto de cada uno, porque el Ministerio de Economía (MEF) no ha hecho pública su reformulación de las finanzas y lo hará recién en agosto con motivo de la presentación de presupuesto del próximo año.
¿Hay algo que pueda hacer el Gobierno?
Hay cosas que se pueden hacer, pero ya no le corresponde a este Gobierno sino al próximo. El que asuma va a tener las finanzas públicas complicadas y tendrá que pensar en hacer ajustes para cerrar la brecha fiscal que heredará y para aumentar el gasto en puntos críticos, como salud, gasto social, entre otros.
¿No se puede hacer nada en el corto plazo?
La gran preocupación en el corto plazo va a estar en la reactivación y en los mayores ingresos que provengan de ella. Además, se tendrán que dar medidas fiscales de apoyo a algunos sectores que no se van a reactivar, como el turismo. Es difícil que en el corto plazo se dé alguna medida tributaria para recaudar más.
¿La recaudación va a depender de la rapidez con que se reactive la economía?
Sí. A este Gobierno le queda un año y ya entramos en calendario electoral; y en ocho o nueve meses tendremos uno nuevo elegido. No hay espacio para hacer alguna reforma tributaria. Se habló de eliminar exoneraciones o corregir los regímenes mype y no se hizo, y no creo que se haga en el año que queda.
Hubo algunas medidas para mejorar el sistema tributario como la facturación electrónica. ¿Fue en la dirección correcta?
Si uno mira la evolución de la recaudación de este Gobierno, ve que en los dos primeros años la presión tributaria bajó. Se equivocó en materia de política tributaria. Se hizo una repatriación de capitales que rindió muy poco, se aprobó un cambio en el régimen de la microempresa que solo hizo perder recaudación y no formalizó nada. Además, se aprobaron deducciones pero no tuvieron impacto significativo en la recaudación.
¿No hay nada positivo?
Se hizo bien en continuar con el impulso al proyecto de facturación electrónica que tenía la Sunat. Hoy en día, hay cerca de medio millón de empresas que ya están facturando electrónicamente. Gracias a eso sí hubo una mejora de la recaudación de IGV y se tiene que seguir profundizando. También fue importante la norma antielusiva.
Por el lado del gasto público, ¿hay algún riesgo?
Está aumentando el gasto en salud y es una consecuencia natural por la pandemia. Sin embargo, si hacemos los números, este mayor gasto, sumado al gasto en bonos y el menor gasto en inversión y bienes y servicios, en neto en el primer semestre el gasto público no ha aumentado, y eso ha contribuido a que la caída de la producción y del empleo sea mayor.
¿Qué se esperaba?
Que se asignara un monto mayor por bonos, que la inversión pública no colapsara, como lo hizo. Los grandes proyectos, que ya venían lentos, se pararon en seco, y ahora la ministra de Economía ha anunciado que se va a recuperar todo lo no gastado en el primer tramo del año, en el segundo semestre. Ojalá sea así.
- “Arranca Perú es una buena intención, pero insuficiente” -
De acuerdo con Luis Alberto Arias Minaya, exjefe de la Sunat, si es que se quiere lograr una reactivación efectiva desde el Estado es necesario que se impulsen los grandes proyectos de infraestructura y lograr un mejor gasto de naturaleza temporal.
“Se ha anunciado Arranca Perú, pero es un programa muy chiquitito, a cargo de los gobiernos locales y regionales. Es una buena intención, pero insuficiente. Lo que tenemos que hacer es reactivar la inversión grande, las concesiones”, precisó. En ese sentido, sostuvo que el Gobierno debe poner en marcha proyectos de mayor envergadura, como lo viene haciendo Colombia. Puso como ejemplo el tema del transporte masivo en el que solo se está avanzando con la Línea 2 del Metro de Lima (ver página 15).
“No sabemos nada de las líneas 3 y 4. Esos son los proyectos que tienen que acelerarse ahora. Deberíamos revisar los cronogramas, cuáles son los cuellos de botella. Esto debe hacerse para acompañar la reactivación”, dijo el economista, quien también fue presidente del Banco de la Nación.