Redacción Gestión

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(Reuters).- Los inversores podrían gastar hasta US$ 1.1 billones en la próxima década en proyectos petroleras y activos que nunca llegarán a la etapa de producción si los gobiernos aplican medidas para contener al , según un informe publicado por Carbon Tracker Initiative.

Los US$ 1,100 millones cerca de un 15% del gasto total global de la década en y gas, a las tasas actuales están destinados a proyectos para el 2025 que requieren de un precio de mercado de al menos US$ 95 por barril para no incurrir en ganancias ni en pérdidas.

Esa inversión estará en riesgo si los gobiernos aplican planes para reducir el aumento global de las temperaturas a 2° Celsius, que los científicos afirman que es el umbral para evitar los peores efectos del cambio climático.

Casi 200 países han respaldado esa meta y en 2015 firmarán un pacto para recortar las emisiones de gases de efecto invernadero para contribuir a alcanzar el objetivo. Esas medidas reducirán la demanda por combustibles fósiles, incluyendo al , y disminuirán los precios y los ingresos, según el reporte.

"Apostar a un precio del petróleo de US$ 95 por barril en nombre de los accionistas es riesgoso, dado que los precios del crudo han caído a US$ 40 por barril dos veces en la última década", dijo el director de investigación de Carbon Tracker, James Leaton, en un comunicado.

La Agencia Internacional de Energía señaló el año pasado que incluso bajo las políticas medioambientales actuales, la mitad de las reservas de combustible fósil probado permanecerán sin desarrollarse hasta el 2050 y que ese porcentaje aumentará en la medida en que los gobiernos impongan reducciones más estrictas.

La industria petrolera está siendo cada vez más presionada por los inversores para que reduzca su exposición a altos costos y a proyectos riesgosos, y también para que informe de los riesgos que las políticas climáticas implican para sus negocios.

Muchas compañías afirman que están abordando las políticas climáticas concentrándose en la eficiencia energética y tecnologías de baja emisión de carbono, como la generación de energía renovable y la captura y almacenamiento de carbono.

Carbon Tracker Initiative es financiada por varias fundaciones de Estados Unidos y Europa, incluyendo al Rockefeller Brothers Fund y al Joseph Rowntree Charitable Trust.