Bloomberg. Si bien la perspectiva de un retiro del estímulo monetario del Banco Central Europeo anuncia el fin de una era de costos de endeudamiento en mínimos récord en la Europa emergente, el hecho no preocupa a países en vías de desarrollo tanto del área del euro como de su margen oriental.

Los gobiernos, desde Eslovaquia hasta Croacia, dicen que sus economías están en mejor situación que cuando los inversores huyeron de la región tras la crisis económica mundial de 2008.

Políticas fiscales más estrictas, mejores calificaciones crediticias y perfiles de deuda más diversificados significan que pueden manejar cualquier posible impacto derivado de los mayores costos de endeudamiento y la menor demanda una vez que el BCE suprima el estímulo, dijeron el martes funcionarios en el foro anual Euromoney de Europa Central y Oriental.

"Los mercados financieros ya han reflejado en los precios las mejoras en la economía y la posición fiscal", dijo el ministro de Finanzas croata, Zdravko Maric, quien pronostica el regreso de su país al estatus de inversión en dos años después de que Fitch Ratings mejoró hace poco su calificación. "Pero en última instancia, lo que suceda en los mercados globales es algo que debemos tener en cuenta".

Para anticiparse a cualquier aumento de los costos de endeudamiento, Macedonia ya ha vendido 500 millones de euros (US$ 612 millones) de bonos a siete años con un cupón en mínimo récord.

Eslovenia, que es miembro de la zona del euro, tomó un préstamo por la misma cantidad la semana pasada con un diferencial medio punto porcentual más bajo que hace un año.

‘Buena situación’
"Creo que los diferenciales seguirán contenidos", dijo en la conferencia Marjan Divjak, director general de la dirección de tesorería del Ministerio de Finanzas esloveno. "No excluimos, obviamente, que se amplíen los diferenciales, incluso de manera significativa, pero estaríamos en una buena situación".

Un ejemplo clásico es Serbia. Con la ayuda de un programa de préstamos del Fondo Monetario Internacional, el país eliminó su déficit presupuestario y en diciembre S&P Global Ratings y Fitch elevaron la calificación de su crédito soberano. Asimismo, el crecimiento se ha estabilizado y la deuda pública se redujo.

"Serbia ha reducido sus necesidades brutas de financiamiento, por lo que estamos menos expuestos", dijo en entrevista Branko Drcelic, director de administración de deuda pública del país balcánico, en un aparte de la conferencia. "Sí prevemos que aumenten los rendimientos. Pero, por otro lado, tenemos una calificación de crédito y un desempeño fiscal mejores".

Eslovaquia, que es miembro de la eurozona, dice que ya ha experimentado el impacto de la reducción del estímulo, en tanto las compras de bonos del BCE vienen declinando desde el año pasado. Un déficit fiscal menor al planificado en 2017 también significa que las necesidades de financiamiento han caído y que el gobierno "está cargado de efectivo", dijo Daniel Bytcanek, director de Ardal, la agencia eslovaca de gestión de deuda.

Por ahora, los inversionistas están comprando ávidamente deuda a rendimientos bajos récord. En la primera venta de bonos de países emergentes del año, Eslovenia vio una demanda de 3.400 millones de euros, y la venta de bonos a 10 y 20 años de Eslovaquia del lunes atrajo ofertas de cerca de 1,000 millones de euros, más de cinco veces la cantidad recaudada. Macedonia recibió ofertas de 2,400 millones de euros para su emisión.