Los analistas que participaron en el último reporte de , elaborado por FocusEconomics, situaron su pronóstico de crecimiento para la en el 2018 a 3.6%, luego que en febrero estuvo en 3.7%.

Según los analistas, la cifra para el 2019 mantiene su estimado en 3.8%. Para los 28 bancos encuestados, el mínimo PBI peruano se situó entre mínimos de 2.9% (Moody’s) y máximos de 4.1% (IPE).

El informe toma en cuenta la crisis política que vivió el país el mes pasado, ya que el 23 de marzo el ex vicepresidente Martín Vizcarra se convirtió en el nuevo presidente de Perú, después de la renuncia de Pedro Kuczynski dos días antes para evitar un segundo voto de impeachment.

Kuczynski había sido presionado sobre supuestos vínculos con la firma brasileña Odebrecht, en un largo escándalo de corrupción.

Consumo privado

Los panelistas encuestados para el informe LatinFocus de este mes esperan que el consumo privado aumente en 3.3% en 2018, que es hasta 0.1 puntos porcentuales de estimación del mes pasado.

En 2019, los panelistas esperan que el consumo privado crezca 3.7%.

El indicador de confianza del consumidor publicado por GfK se redujo aún más en marzo, llegando a 80 puntos. El resultado ha bajado desde 84 en el mes anterior y marca el quinto declive consecutivo en la confianza del consumidor en tantos meses.

El indicador se movió más allá del umbral crucial de 100 puntos que indica el pesimismo entre los consumidores peruanos, donde ha estado desde noviembre de 2017, aunque la encuesta fue realizada antes de la asunción de mando de Vizcarra.

Confianza empresarial

Asimismo, los panelistas de Latinfocus esperan que la inversión en renta fija (deuda, bonos) crezca un 4.5% en 2018, lo que representa un descenso de 0.3 puntos porcentuales respecto del pronóstico del mes pasado.

Para 2019, los analistas también verán una inversión que crece un 4.6%.

Como se sabe, el indicador de confianza empresarial cayó a 54.0 en marzo, ligeramente por debajo de 55.0 de febrero.

A pesar del declive, el indicador se mantuvo por encima del umbral de 50 puntos que separa el optimismo del pesimismo, lo que indica que las empresas se volvieron más optimistas en marzo.

La disminución del sentimiento empresarial provocó un deterioro generalizado de las expectativas en el futuro cercano.

Las empresas tenían expectativas menos favorables sobre los niveles de demanda, la situación económica de la empresa y la situación económica del sector en los próximos tres meses.

Por otro lado, tenían expectativas más optimistas sobre las perspectivas a más largo plazo, ya que tenían mejores expectativas sobre su sector específico de actividad y su propia empresa en los doce meses.