El Banco Itaú señala en su informe que el entorno externo para Latinoamérica sigue siendo favorable, lo que respalda los precios de exportación, el riesgo soberano y los efectos (Foto: Andina).
El Banco Itaú señala en su informe que el entorno externo para Latinoamérica sigue siendo favorable, lo que respalda los precios de exportación, el riesgo soberano y los efectos (Foto: Andina).

Los analistas que participaron en el último reporte de , elaborado por FocusEconomics, mantuvieron su pronóstico de crecimiento para la en 3.7% para este año; mientras que para el 2019, los analistas dejaron intacto su estimado en 3.8%.

El crecimiento anual del PBI se desaceleró considerablemente en el último trimestre del 2017, en parte debido a un sector externo más débil, que registró una disminución de las exportaciones y un aumento anual de las importaciones, especialmente de bienes de capital.

Un menor gasto de los hogares y una inversión fija también pesaron sobre el crecimiento. Pasando al 2018, la economía peruana parece haber mantenido en general el ritmo moderado de expansión observado en el 2017, que se vio frenado por un entorno político problemático.

En enero y febrero, las ventas de automóviles disminuyeron en términos interanuales, y la tasa de desempleo aumentó. En febrero, la confianza empresarial disminuyó, aunque permaneció en un territorio optimista, y la confianza del consumidor cayó al nivel más bajo en lo que va el gobierno del presidente Kuczynski, que comenzó en julio del 2016.

Dicho esto, la inversión pública siguió creciendo de manera robusta en enero y en los primeros dos meses del año el crédito al sector privado se expandió a un ritmo saludable. La posibilidad de un nuevo voto de vacancia, luego de un fallido intento en diciembre de expulsar al presidente, está generando más inestabilidad política.

Se espera que el sólido crecimiento del crédito este año, las condiciones monetarias acomodaticias y el fortalecimiento del sector de los minerales estimulen la inversión empresarial, lo que, junto con el aumento del gasto en infraestructura pública, debería respaldar la inversión fija.

Además, el aumento de los ingresos y la menor inflación probablemente respaldarán el gasto de los hogares. La incertidumbre política, que podría afectar aún más el sentimiento, sigue siendo el principal riesgo a la baja para las perspectivas.

La inflación cayó a un nuevo mínimo de varios años de 1.2% en febrero (en enero estuvo en 1.3%). En un contexto de inflación moderada y crecimiento por debajo del potencial, el BCR redujo la tasa de interés de política a 2.75% desde 3.00% en su reunión del 8 de marzo. Los panelistas prevén que la inflación terminará el 2018 en 2.4% y el 2019 en 2.5%.