La pandemia del COVID-19 ha transformado la economía mundial, y el Perú no ha sido la excepción. En el actual contexto, son múltiples los sectores que se han visto afectados, entre ellos el sector inmobliario.
Si bien han caído las tasas de interés, y con ello podría haber un incentivo para que las familias accedan al crédito hipotecario; también ha caído la demanda interna y ahora se colocan menos unidades de vivienda.
En diálogo con Gestión.pe, Miguel Deustua, gerente general de Granadero Inmobiliaria, señala que el shock adverso en la economía ya percibido en la caída del ritmo de la venta de viviendas nuevas.
“Para darnos una idea de lo que estamos hablando, hasta el mes de febrero el sector venía vendiendo 1,100 unidades mensuales en el año. Sin embargo, en el mes de marzo, con la primera restricción, se trabajaron solo 15 días y solo se concretaron 453 ventas. Es decir, en un mes dejamos de vender más de 600 unidades. En abril, la cifra ha caíd a 170 unidades vendidas. Ello demuestra una desaceleración fuerte en el ritmo de ventas”, manifestó Granadero.
Aunque la situación de emergencia ha llevado al sector a reinventarse y crear nuevas estrategias comerciales como las visitas virtuales de los proyectos inmobiliarios, Deustua señala que podría haber un 30% de retroceso en el sector si solo se considera la caída de los meses de abril, mayo y junio.
“Nosotros creemos que este es un efecto temporal y tiene que ser sorteado con nuevas condiciones para la demanda, que aún está vigente. El hecho de que haya aparecido un virus no quiere decir que la necesidad de vivienda haya desaparecido. La necesidad de vivienda se mantiene pero tenemos que ver la forma de llegar de manera más eficiente a ese público y tenemos que adaptarnos”, incide el gerente general de Granadero Inmobiliario.
A esto, explica Deustua, se suma que el reinicio de actividades para el sector inmobiliario se convirtió en un proceso engorroso, con lo que las reglas de juego para el sector "han devenido en una serie de requisitos que hay que cumplir y presentar al Ministerio de Vivienda y al Ministerio de Salud.
“Se ha debido hacer un procedimiento de ventanilla única para no dilatar todo. Tenemos más de S/ 1,000 millones en obras paralizadas, según Capeco. En nuestro caso, por ejemplo, no nos permiten reiniciar con nuestro proyecto en San Miguel, que está para demolición, pues la demolición, siendo un procedimiento que requiere de maquinaria y poco personal, no está permitida. Creemos que el Gobierno debería rápidamente dar una medida para reactivar obras de demolición”, sostiene Deustua.
Precios de terrenos a la baja
Así, con estas condiciones, Deustua señala que el sector inmobiliario tiene vigente el interés en el desarrollo de nuevos proyectos inmobiliarios. Sin embargo, estos se darán con nuevas condiciones, por ejemplo, en la adquisición de terrenos para el desarrollo de estos proyectos urbanísticos.
“De alguna manera, para poder viabilizar el interés por la inversión inmobiliaria y, dadas las circunstancias de menor velocidad, tiene que haber un ajuste para que haga sentido el negocio”, sostiene Deustua.
En ese sentido, recuerda que también se ha encarecido el costo de construcción, pues las condiciones sanitarias necesarias implican, no solo costos adicionales para garantizar la salud de los trabajadores, sino también una menor cantidad de trabajadores en obra, lo que implica más tiempo de construcción.
“Definitivamente, al haber un deterioro de las condiciones de venta de los departamentos, tenemos que trasladar esto a la negociación de la compra de terrenos. Esto se va a trasladar, ya sea a través de un menor precio ofertado, o también una asociación en participación, o un esquema que permita diferir en pagos. De alguna manera, tenemos que darle sentido financiero al nuevo escenario que estamos afrontando”, indica Deustua.
Es decir, esta situación, explica, lleva a las inmobiliarias a ahorrar costos por el lado de la adquisición de terrenos para nuevos proyectos, pues los costos de la obra se están encareciendo.
“Antes no habían restricciones de aforo en obra ni requerimientos de elementos de protección. Se tienen que pasar exámenes médicos más exhaustivos e incluso se deben tener profesionales de salud en obra, que antes tenían una menor participación”, señala.
Pero aún, con estas nuevas condiciones, el sector inmobiliario mantiene interés por el desarrollo de nuevos proyectos en zonas de la denominada Lima Moderna.
“Nos interesan proyectos en distritos como Lince, Jesús María, Cercado de Lima, Santa Beatriz, Magdalena y San Miguel. Son zonas donde aún es posible edificar y hay una demanda insatisfecha. Creemos que con una adecuada provisión de servicios se pueden hacer proyectos”, señala el experto inmobiliario.