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El Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) está preparando nuevas semillas que permitan mejorar la calidad y/o el rendimiento de cuatro alimentos propios de la agricultura familiar, que también son destinados a la exportación: el maracuyá, la alcachofa, el ajo y las papas nativas. El objetivo es que estas semillas mejoradas reemplacen poco a poco a algunas de las variedades más comerciales de estos alimentos.
Maracuyá
El maracuyá que el INIA alista se caracterizará por su alta concentración de pulpa para jugo, equivalente al 60% del fruto, y su elevado dulzor, medido en grados brix (más de 14°). Cabe destacar que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) considera que un maracuyá de buen dulzor posee 13 o más grados brix.
Este es un punto clave para impulsar las exportaciones de maracuyá, pues la pérdida de la calidad y del dulzor de este fruto ocasionó que entre el 2017 y el 2019 los envíos peruanos se contrajeran en valor, según la Asociación de Exportadores del Perú (ADEX). Las causas se encontrarían en la mezcla de variedades de semilla y el uso de semillas inadecuadas.
El fruto que alista el INIA también se caracteriza por su sabor intenso, uniformidad en la apariencia y una productividad de más de 30 toneladas por hectárea (tn/h).
La superficie cultivada de maracuyá en el 2018 ascendió a 6,160 hectáreas, principalmente ubicadas en Lima (33% de participación), Lambayeque (18%), Áncash (18%), La Libertad (13%) y Piura (13%). Según ADEX, el 70% de la producción nacional de maracuyá está destinado a la industria.
De acuerdo con las presentaciones, los concentrados de maracuyá son los que reúnen mayor monto total de exportación en valor; no obstante, el jugo es la presentación con mayor volumen exportado.
Alcachofa
La alcachofa peruana es uno de los productos con demanda creciente durante la pandemia. Durante el 2020, las exportaciones sumaron 54,480 toneladas, por un valor de US$ 135 millones. Con respecto al 2019, estas cifras evidencian un incremento de 44% en volumen y 49% en valor.
Según el portal Fresh Fruit, la alcachofa es uno de los pocos productos de la canasta exportadora peruana que son enviados casi exclusivamente en su presentación procesada, principalmente en conservas.
La variedad que está preparando el INIA ofrecerá un rendimiento de 20 toneladas por hectárea, entre 6 y 7 hijuelos por planta, además ser adaptable a la sierra central peruana.
Además de su gran valor alimenticio, la alcachofa cuenta con propiedades medicinales: baja el colesterol, previene tumores y males cardiacos, y estimula el hígado. Por estas razones, es de gran demanda en los mercados de Estados Unidos, España y Francia, los primeros compradores de este producto a nivel mundial.
Ajos
Entre enero y noviembre del año pasado, las exportaciones peruanas de ajo habían crecido en 53%. Se trata de un producto con gran potencial en los mercados nacionales e internacionales, el que depende de una mejora en la semilla y la mecanización de la producción, indicaron el año pasado expertos que participaron en el evento “Mercado del ajo, una oportunidad frente al escenario COVID-19”, organizado por Sierra y Selva Exportadora.
Las semillas que están en elaboración permitirán obtener un ajo precoz, que será cosechado a los cinco meses de su cultivo, mientras que por lo regular este ciclo tarda unos siete u ocho meses. El color del diente es blanco cremoso, y se adaptará a las condiciones climáticas de la costa y la sierra del país, pues podrá ser sembrado hasta a 3,500 m.s.n.m.
Papas nativas
Ante la creciente demanda nacional e internacional de papa nativa, también ha aumentado el interés de los productores en este producto altamente rentable. En mayo pasado, el Ministerio de Desarrollo Agrario y de Riego (Midagri) informó que los índices de rentabilidad oscilan entre el 20 y 30%.
“Dependiendo de la variedad, los pequeños productores individuales pueden ganar hasta S/ 4,000 por hectárea y por campaña, mientras que los productores organizados en cooperativas o asociaciones con visión empresarial, pueden alcanzar los S/7,000 por hectárea, igualmente por campaña”, dijo entonces el especialista de la cadena de papa del Midagri, Juan Miguel Quevedo.
En el INIA se está trabajando en variedades biofortificadas de papas nativas, que poseen las características adecuadas para la agroindustria, que podrá dirigirlas a los mercados de snacks y frituras.