La pandemia del coronavirus ha generado millonarias pérdidas económicas en el país, pues el impacto se ha sentido en casi todos los sectores. Sin embargo, las dificultades que han afrontado los sectores económicos también abren las puertas al surgimiento de soluciones a través de la creación de startups.
En el país las mayores oportunidades se han generado en los sectores de agroindustria, educación y, por supuesto, salud, sostiene Hazel Zárate, líder local de Founder Institute, una aceleradora de startups de base tecnológica creada en Silicon Valley (Estados Unidos) en el 2009. “Principalmente en el Perú se han abierto estas posibilidades porque dichos sectores se han visto especialmente afectados debido a las enormes brechas que ya existían en ellos”, dijo a gestion.pe.
Por ejemplo, señala, un reto a abordar en el sector agroindustrial es desarrollar la escalabilidad de muchos de los negocios del rubro mediante el uso de ciencia y tecnología. Al respecto, precisó que hay mucho potencial para generar estas iniciativas desde las propias provincias donde se desarrolla la agroindustria.
En el Perú, la inversión en startups todavía es emergente, pues si bien entre el 2016 y el primer semestre de 2020 este monto alcanzó los US$53 millones, en la región se invirtieron US$4.6 millones solo en el 2019.
Para mejorar esta situación, el Estado peruano aprobó a inicios de este mes el reglamento del Fondo de Capital para Emprendimientos Innovadores (FCEI), que destinará capitales a fondos de inversión para startups que gocen de potencial para un crecimiento rápido y expansión internacional.
Desde el punto de vista de Zárate, el principal obstáculo para el desarrollo de las startups en el país es la falta del fomento de la ciencia y la tecnología como soluciones a problemas existentes en el mercado, así como el acceso a una formación que permita a los emprendedores implementarlas con éxito.
“Hace falta fomentar el interés en ciencia y tecnología, enfocadas en implementar emprendimientos que pueden ser tradicionales y darles esa base tecnológica de diferentes maneras. Se trata no solo de buscar soluciones de comercio electrónico, sino también de aplicar tecnologías como inteligencia artificial o big data”, comentó.
El aspecto de la formación adecuada de una startup es clave para que un inversor confíe en su potencial y apueste por ella, añadió.
Desde el 2009, el Founder Institute ha formado a emprendedores que en conjunto llegaron a recibir fondos por casi US$1,000 millones en los seis continentes y tienen un valor estimado de 30,000 millones en la actualidad. En marzo de 2021 planea abrir en Perú su primer programa virtual, con el que busca llegar a 20 emprendedores. Además, se propone trabajar en conjunto con aliados estratégicos para llegar a todas las regiones del país.