Mejor que Chile. Marthans pone como ejemplo que la deuda corporativa chilena es más del 100% de su PBI, mientras en el Perú no es ni la mitad. (Foto: Renzo Salazar)
Mejor que Chile. Marthans pone como ejemplo que la deuda corporativa chilena es más del 100% de su PBI, mientras en el Perú no es ni la mitad. (Foto: Renzo Salazar)

La falta de visión estratégica es una de las preocupaciones que pone en relevancia Juan José Marthans. Pero no solo eso. También considera que no basta que los empresarios digan pago impuestos, pues se necesita una nueva generación empresarial con conceptos como el de “valor compartido”.

Recientemente Ud. ha manifestado que el Perú tiene elementos para salir airoso de un choque externo similar al del 2008. ¿cuáles son las razones de su optimismo?

La noticia no es que viene otra crisis similar a la del 2008, la noticia es que el Perú dispone de los fundamentos para salir airoso de un nuevo evento de esa magnitud.Hoy somos, conjuntamente con Chile, la economía con los mejores estándares y fundamentos económicos de la región.

Pero Chile nos aventaja…

Cuidado. Diría que en términos de coyuntura estamos en mejor posición. La deuda corporativa chilena es más del 100% de su PBI, en el Perú no es ni la mitad; el cobre explica casi el 50% de las exportaciones chilenas, en el Perú es alrededor del 35%.

Las reservas internacionales de Chile netas de su cuenta corriente y su deuda a corto plazo casi son inexistentes, en el Perú son tan holgadas que equivalen al 25% de nuestro PBI.

¿Basta con ello?

Siempre es necesario ser proactivo. En contraste, el Perú necesita disponer de una visión estratégica. Eso demanda que debemos prepararnos con una triple visión: de corto, mediano y largo plazo.

Debido a que no la tenemos es que no logramos construir infraestructura, institucionalidad, calidad de Estado. Nuestro sector empresarial también muestra problemas de visión a futuro.

¿Qué acciones de proactividad se pueden poner en marcha hoy en día?

Podríamos plantearnos como meta en los próximos cinco años mejorar el rating de riesgo soberano. Hoy somos BBB+. A pesar de lo cruento del entorno político, el Perú es la única economía latinoamericana que su clasificación de riesgo no ha sido degradada. Es momento de anunciar que la meta es ser una economía con clasificación de riesgo soberano A, hacia fines del 2023.

Es una meta ambiciosa…

Si nos concentramos en desarrollar un mínimo de infraestructura; si ponemos orden a lo básico en materia política, judicial; si damos muestras de emprender una reorganización inicial del Estado; estoy seguro que cumplimos la meta de ser una economía con clasificación de riesgo A.

Lo del caso Odebrecht, como piensan muchos en el exterior, refleja el inicio de la recomposición favorable del Ministerio Público y del Poder Judicial. Este tema que es vergonzoso debemos convertirlo en una oportunidad de limpieza y cambio de imagen.

A modo de antecedente del momento actual, ¿deberíamos sentirmos decepcionados de la desaceleración que sufrió la economía entre el 2013 y el 2017?

Pienso que no. Las opiniones en contrario tienen un componente e interés político altos. No podíamos evitar la desaceleración en un contexto de caída de los precios de los minerales, de licuación de parte de las exportaciones en un equivalente a 6 puntos porcentuales del PBI y de caída, en el mismo período, de la tasa de inversión en más de 4 puntos porcentuales del PBI. Imposible, dados dichos elementos, no haber desacelerado. Lo que si podemos discutir es la magnitud de la desaceleración.

Entonces, ¿se pudo manejar mejor la desaceleración de la economía?

Creo que sí. Por ejemplo, no pudimos desarrollar una política contracíclica clara y efectiva, activando mejor la inversión pública a pesar que disponíamos de recursos para ello. Hubo momentos en donde la inversión pública no solo creció menos que la privada, sino que decreció abiertamente. Increíble.

¿La proyección de 4.2% de crecimiento del PBI para el presente año y ratificada por el MEF en el Informe de Actualización del Marco Macroeconómico Multianual al 2022, es viable?

Todo depende de cómo se desenvuelva el frente internacional. Si en los próximos 60 días se soluciona el problema comercial entre China y Estados Unidos tendremos fuertes posibilidades de crecer algo más de 4%.

Ya ha habido una buena noticia para el corto plazo, dado que la Reserva Federal de Estados Unidos ha decidido postergar la normalización de su política monetaria y eso ayudará también. Decir que vamos a crecer menos o más del 4% sin tener claro dichos derroteros sería antojadizo.

Pensando en mediano plazo

Pasemos al mediano plazo, ¿qué tan estratégicos son los próximo cinco años a partir del 2021?

En mi opinión, es el más importante desde la perspectiva del diseño que una adecuada estrategia empresarial dado que la dinámica de inversión se construye en esta temporalidad.

En el PAD estamos tratando de construir una nueva visión empresarial en esa línea. Nuestros empresarios deben estar claros y alineados acerca de cuál es nuestra dinámica de producción tendencial, más allá de la noticia de cuanto crecimos en marzo o en el primer trimestre. El corto plazo no marca la tendencia, el mediano plazo sí.

El empresariado

¿Qué debería tener en cuenta el empresario sobre el comportamiento tendencial del crecimiento del PBI a mediano plazo?

Durante lo que va del presente siglo, cuando el ciclo económico no se acompaña del beneficio externo de los precios de los minerales, el crecimiento tendencial promedio anual cada cinco años es de alrededor del 4%; cuando sucede lo contrario llegamos a más del 6%.En esas circunstancias el entorno de mediano plazo para invertir no es adverso.

Claro está, si el empresario solo se nutre de información de coyuntura y decide invertir a partir de la misma, podría cometer significativos errores.

Pero el empresariado tiene otras carencias, por ejemplo ¿cuenta con una clara visión?

A nuestro empresariado le falta visión macroeconómica de mediano plazo y, paradójicamente, a nuestros hacedores de política económica les falta una visión microeconómica, empresarial, de gestión. En este último caso, hacer macroeconomía sin experiencia empresarial y de gestión, es como ser doctor en cirugía con pura teoría.

Ud. habla de una visión estratégica de mediano plazo. ¿Acaso no la disponemos, por ejemplo, con algunas instituciones como el Banco Central de Reserva?

Aún hay mucho espacio para desarrollarla. Nos contentamos con tener una inflación controlada. Eso está muy bien, pero no debe ser todo. Debemos ser conscientes de que en el Perú el cumplimiento de la meta, también depende de la volatilidad cambiaria en los mercados internacionales.

Cada vez que el mercado cambiario denota presiones a la baja, cumplimos con el rango meta sin problemas; cada vez que tiende a darse presiones devaluatorias la meta tiende a incumplirse.

¿A otros bancos centrales en la región no se les evalúa por el cumplimiento de la meta inflacionaria? ¿No es eso suficiente?

Eso no es suficiente. Miremos lo que hace el Banco de México: hoy están revolucionando el sistema de pago y transferencias electrónicas masivamente con interoperabilidad plena y sin costo al usuario. Con el uso de aplicativos en celulares se aceptará pagos hasta en la bodega de la esquina.

De otro lado, el Banco Central de Uruguay es quien lidera y promueve su plan de inclusión financiera a pesar que dicha economía es financieramente más desarrollada que Perú. Estamos en la zona de confort en el Perú, se hace lo mínimo indispensable.

Situación del fisco

En materia fiscal, disponemos de un Consejo que marca pautas más allá del corto plazo…

Para empezar, nadie esperó que el 2018 el déficit fiscal se contrajera en más de un punto porcentual del PBI. De otro lado, se ha identificado, en ciertos períodos, cierta sobreestimación de los ingresos fiscales lo que generaría desviaciones en el resultado fiscal y de deuda.

En materia fiscal nos concentramos en este tipo de discusiones y no en temas de mucho más fondo. Sin embargo, aún así, dicha preocupación es válida sólo parcialmente dado que también hay errores de sobreestimación en el gasto de inversión pública. Este último no se ha ejecutado en alrededor del 20% en promedio los últimos diez años.

Entonces, ¿tenemos una visión estratégica en el frente fiscal?

Me temo que también nos falta. Dos elementos de muestra. El obvio es que nuestra base tributaria es insuficiente y la solución a este problema trasciende al ámbito de la política fiscal. Sin una real visión estratégica no solucionaremos el tema de la informalidad y su impacto en la recaudación.

El elemento que se descuida es el peligro de disponer, en la estructura de gastos corrientes, una presencia creciente de su componente inflexible a la baja como el gasto de remuneraciones, de mantenimiento, de pago de servicios, de pensiones. Una baja presión tributaria con una estructura de gastos poco orientada a la inversión e inflexible a la baja podría ser un problema mayor. Mejor es que se discutan estos temas en materia fiscal con mayor profundidad.

¿El frente externo se salva de la carencia de visión estratégica?

Los precios de los minerales aún marcan en extremo los tramos de nuestro ciclo económico. Sin embargo, poco estamos tomando consciencia que, por efecto de retoques en el mercado laboral agroexportador y por la peculiaridad de nuestros microclimas y riqueza natural, estamos tendiendo a diversificarnos.

La productividad que disponemos en mangos es de las más altas del mundo dado que por hectárea en Piura extraemos 23 toneladas, la del promedio mundial es 9; en arándanos es 13 toneladas por hectárea en la Libertad, casi cinco veces la del promedio global. Esto es similar en otros productos de agroexportación peruanos.

¿Cuál es la limitación de visión en este caso?

Que ese éxito lo logramos sin aprovechar el real potencial por la carencia de infraestructura sobre el cual se desarrolla. Cuántos años tenemos pendientes proyectos de irrigación fundamentales como la tercera etapa de Chavimochic, la segunda etapa de Majes Siguas, Alto Piura, Chinecas, entre otros.

El éxito es inconcluso porque ni siquiera tenemos la base para priorizarlos y ejecutarlos de manera transparente y en función de criterios técnicos.

Con la ejecución de los seis principales proyectos de irrigación podríamos ampliar la frontera agraria en no menos de 200 mil hectáreas.

Hoja De Vida

Estudios: Economía y máster en Banca y Finanzas en la Universidad de Lima. Además, realizó estudios de posgrado en la Universidad de Colorado (Estados Unidos).
Cargos anteriores: Ha sido miembro del directorio del Banco Central de Reserva del Perú, así como director del Indecopi.

otrosí digo

Visión compartida
Nueva generación. Para Juan José Marthans no basta que los empresarios digan que “pagan impuestos”, sino también es necesario que una nueva generación empresarial revise conceptos como el de “valor compartido”.
Hace hincapié que la ética sí genera valor en una empresa bien llevada y lo licua en la que no lo presenta.
Asimismo, considera que si queremos que sea el actual frente político el que corrija las imperfecciones, pecamos de ingenuos.

Hacer macroeconomía sin experiencia empresarial y de gestión, es como ser doctor en cirugía con pura teoría.


La noticia no es que viene otra crisis similar a la del 2008, la noticia es que el Perú dispone de los fundamentos para salir airoso.