JPMorgan
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Los inversores que se preparan para la próxima caída mundial del mercado puede permitirse mantener los activos de mayor riesgo durante por lo menos otro año… pero no estaría de más estar atentos a las salidas, según

Si bien las perspectivas de que se produzca una recesión en los en los próximos 12 a 18 meses son bajas y sigue teniendo sentido mantener por ahora una “asignación favorable al riesgo” en la carteras, los inversores deberían estar preparados para pasarse a acciones defensivas de dividendos constantes y a la deuda de largo plazo de gobiernos de mercados desarrollados cuando los mercados cambien, dijo Tai Hui, estratega jefe de mercado para Asia de JPMorgan Asset en Hong Kong.

“Esto podría durar mucho más, porque todavía tenemos mucho impulso de crecimiento en la economía mundial”, señaló Hui en una entrevista del martes.

A continuación, algunas de las ideas de Hui sobre cómo manejarse cuando empiecen las turbulencias:

  • Los inversores con asignaciones 50-50 en acciones y renta fija deberían considerar reducir la renta variable a tan sólo un tercio y aumentar los bonos.
  • Dentro de la deuda de mercados desarrollados, recomienda los bonos del gobierno estadounidense con preferencia a Europa.
  • Los mercados más pequeños como Australia y Canadá pueden ofrecer rendimientos más atractivos.
  • En las acciones, Hui destaca Europa, los mercados emergentes y Asia Pacífico como las regiones con rendimientos en dividendos más altos que EE.UU.
  • En materia de acciones, deberían considerarse las de telecomunicaciones, las empresas de servicios públicos y algunas entidades financieras.

En cuanto al drástico aplanamiento de la curva de rendimientos de los EE.UU. este año y las versiones sobre una posible inversión –en la que las tasas a dos años superan a las de 10 años, como ha ocurrido antes de recesiones pasadas-, Hui pone énfasis en los cronogramas extensos.

“Si uno analiza las últimas siete inversiones de la curva, desde la inversión hasta el pico del S&P 500 en promedio transcurrieron ocho meses”, explicó. “Y desde el pico del S&P 500 hasta la recesión pasan otros seis meses. De modo que hay muchas variaciones que, en términos generales, dan suficiente tiempo a los inversores para que revisen sus carteras y se readapten”.

Advirtió que este es el momento para pasarse a los plazos más largos, dado que los rendimientos actuales ajustados por inflación de los bonos del Tesoro a 10 años están bajos, en alrededor de 0.7%. “Un nivel mucho más razonable se dará cuando los rendimientos estén en torno a 1.5%”.

Un factor impredecible para los inversores al acercarse la próxima recesión es que los bancos centrales probablemente tengan mucho menos poder de fuego tradicional, dados los niveles históricamente bajos de las tasas de política monetaria.

“Esta será la primera caída desde la . No sabemos qué tan bien pueden reaccionar los bancos centrales ante la próxima caída en lo que hace a municiones”, señaló Hui.

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