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Richard Manriquermanrique@diariogestion.com.pe

Si bien es cierto que los (Osiptel, Osinergmin, Ositran y Sunass) no han tenido un rol "pasivo" frente a la fiscalización de las empresas, éstos pueden ser más "proactivos" si consiguen su "autonomía constitucional".

Así lo consideró José Luis Bonifaz, director de la Maestría en Regulación de Servicios Públicos de la Universidad del Pacífico, quien sostuvo que los reguladores deben tener igual autonomía que el Banco Central de Reserva (BCR) y la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).

Consideró que en los diez o veinte años de funcionamiento de los organismos reguladores "la nota es aprobatoria", pero que ya es momento de lograr su autonomía para ir a la par con el crecimiento de la economía peruana.

"No creo que los organismos reguladores hayan tenido un actitud pasiva. Es cierto que podría ir más allá, pero tiene el freno de la Contraloría General de la República: no pueden dar un paso más si es que la ley no te lo permite, ahí hay un dilema que resolver. Entonces, en la medida que el regulador tenga autonomía constitucional va poder ser más proactivo", explicó.

"Los organismos regulares son los que dotan al país o ponen las reglas de juego en los temas de competitividad y microeconómica. Son tan importantes como el BCR y la SBS y no tienen autonomía como ellos", agregó.

Reguladores sin cabezaLa agenda pendiente –aclaró Bonifaz- es "dotarlos de autonomía presupuestal y de autonomía en la gobernanza"; sin embargo, el Gobierno a la fecha mantiene acéfalos los organismos reguladores, tomando la vía contraría de flexibilizar los requisitos para elegir a sus presidentes.

"El Ejecutivo se está equivocando porque el proceso de nombramiento de los presidentes, que terminó en abril, no fue del todo transparente y no hubo razones valederas para declarar vacantes los concursos en Ositran y Osiptel. Ahora se ha convocado a un nuevo proceso y han bajado las vallas (requisitos) en vez de aumentar los incentivos para que se presenten gente capacitada y con buen nivel técnico", fustigó.

Ni Ositran, el regulador del sector transportes; ni Osiptel, el regulador de las telecomunicaciones, tienen presidentes nombrados: actualmente están trabajando con los vicepresidentes.

Es más, Ositran está trabajando con tres directores en vez de cinco. Lo mismo sucede en Osinergmin, el regulador del sector energético, que tiene un presidente nombrado pero con un solo director. Sólo Sunass, el regulador de agua potable y saneamiento, tiene sus cinco integrantes en el directorio.

Nueva autoridadBonifaz advirtió, incluso, que no están bien definidos los ámbitos de regulación. Cito de ejemplo el caso de Osinergmin que se le encargó regular la minería, cuando este sector no tiene características de "monopolio natural". Igual sucede en el caso de Ositran, a quien se le ha adjuntado la regulación del transporte público. En ambos casos, dijo el experto, "es un absurdo desde el punto de vista económico" y la ineficacia de los ministerios no debe dar pie a trasladar esas funciones.

En ese sentido, recomendó crear un organismo regulador para el transporte público, que planifique y fiscalice los contratos de concesión del Tren Eléctrico y el Metropolitano, pues contienen subsidio del Estado.

"No hay un órgano que planifique y que regule esos contratos de concesión con una mirada global, de ciudad. En otros países existe esta autoridad. Yo creo que debe ser creada y tiene que tener a su cargo: bus, metro, taxi, y además coordine las posibles discrepancia entre el Ministerio de Transportes y la Municipalidad de Lima", recomendó.