Redacción Gestión

redaccion@gestion.pe

Tokio (Reuters).- El gabinete de aprobó hoy un de 422,600 millones de yenes (US$ 5,300 millones) compuesto por subsidios y exenciones impositivas, que será financiado con reservas presupuestarias para evitar vender nueva deuda.

El paquete es pequeño si se lo compara con el presupuesto nacional de 90.3 billones de yenes acordado para el año fiscal que comenzó en abril, lo que indica que el Gobierno tiene recursos limitados para aumentar el gasto con el fin de impulsar una economía alicaída.

Las medidas de estímulo serían ensombrecidas por el hecho de que el Gobierno del primer ministro, , aún tiene que conseguir los votos de la oposición para aprobar un proyecto de ley crucial para financiar el presupuesto de este año.

El Gobierno gastará 264,300 millones de yenes en subsidios para alentar el gasto de capital en áreas dañadas por el desastre nuclear y el terremoto del año pasado y además dará exenciones impositivas para ayudar a las áreas rurales a combatir las inundaciones.

Las medidas incluyen 105.100 millones de yenes en subsidios para promover el uso de energías renovables en los hogares, para apoyar estudios clínicos en investigación de células madres y para mejorar los sistemas de riesgos de los campos pequeños.

Una baja de las exportaciones, un menor crecimiento en China y el persistente impacto de la han generado temor a que Japón pueda caer en recesión, pero la amplia deuda pública hace difícil que Japón use la política fiscal para reactivar la economía.

El limitado margen fiscal es en parte un reflejo del estancamiento político que ha complicado la promulgación de políticas desde el mes pasado.

La legislación necesaria para vender bonos durante el presupuesto para este año fiscal está en el limbo debido a este estancamiento político. Sin la aprobación de esa iniciativa, el Gobierno podría quedarse sin dinero para fines de noviembre.

ya ha sufrido una serie de rebajas a su calificación crediticia debido al temor a que no esté haciendo lo suficiente para reducir la carga de su deuda, que es la mayor del mundo y asciende al doble de su producción económica.