Redacción Gestión

redaccion@gestion.pe

Reuters.- El ganó tres votos de confianza en el Parlamento sobre sus planes de presupuesto, lo que abre el camino para un alza de los impuestos a las ventas para sanear las finanzas públicas y despeja un obstáculo del camino antes de las elecciones del 2013.

El presidente Giorgio Napolitano, quien decidirá la fecha de las elecciones, pero ha dado señales de que serán en marzo, ha dado la orden de aprobar las leyes antes del fin del mandato del actual Gobierno.

El presupuesto es clave para los esfuerzos del primer ministro, , para reducir el déficit público a un 1.8% del PIB desde el 2.6% estimado en el 2012.

La economía italiana ha sido la más débil de la Unión Europea por más de una década, lo que ha avivado las preocupaciones de los inversores sobre la capacidad del país para hacer frente a su deuda, que representa un 126% del PIB.

El Gobierno llamó al Parlamento a darle el voto de confianza a su proyecto, que se espera que sea una de las últimas piezas importantes de legislación de Monti antes de que Italia entre en la carrera por las elecciones nacionales.

Luego de las tres votaciones en la Cámara baja del Parlamento sobre diferentes artículos de la ley, los legisladores le dieron su aprobación definitiva el jueves al paquete para que pase al Senado.

Monti accedió a fines de octubre a rever el primer borrador del presupuesto para reemplazar un recorte de un impuesto a las ganancias con una reducción del tributo a las nóminas que pagan los empleadores.

Sin embargo, el paquete aún incluye un alza de un punto porcentual del impuesto al valor agregado (IVA), cuya tasa pasaría a un 22% a partir de julio.

De cara a las elecciones, los partidos políticos han estado presionando por algunas medidas de alivio al plan de austeridad impuesto por Monti desde que asumió hace un año para contener una crisis financiera y restaurar las finanzas públicas.

Los aumentos de impuestos y recortes de gastos para limitar la deuda del país han exacerbado la recesión de la tercera mayor economía de la zona euro y han sido cada vez más el foco de protestas callejeras y de los ataques de los políticos opositores.

Con una tasa de desempleo cercana al 11%, la mayor desde el 2004, Monti ha estado bajo presión para estimular el crecimiento.