El director de , Alfredo Torres, criticó algunas preguntas incluidas en el "no venían al caso y claramente estaban fuera de lugar" para las características que tiene este proceso.

"El número de preguntas es elevado para un censo y muchas de estas preguntas se puede obtener un muy buen resultado con una encuesta. El censo se justifica solo cuando uno quiere un nivel detalle muy grande por distrito", anotó.

En ese sentido, consideró que las preguntas tales como: ¿dónde queda el instituto de educación superior donde uno estudia?, pues claramente estaba fuera de lugar en un estudio de esa naturaleza.

En ese sentido, enfatizó que preguntas como esa ha dado lugar a una gran suspicacia, por lo que su inclusión fue "un exceso".

"Luego los empadronadores no estaban bien motivados, bien capacitados y no saben incluso que van a ser supervisados, como ocurre con cualquier encuesta normal, entonces el riesgo de que hagan el cuestionario a la carrera es muy grande", advirtió.

Mencionó que en el caso de Ipsos se usan Ipad con cada encuestador y de esa manera se vigila su accionar y sus conversaciones, por lo que no hay manera de que engañe a la empresa encuestadora al momento de procesar la información.

"Pero en la época que usábamos papel y lápiz teníamos la presión del entrevistado, o por apuro, o porque creías que se hacía tarde, o porque tienen hambre, pues no terminaban el cuestionario y se saltaban preguntas", recordó en RPP Noticias.

Asimismo, manifestó que el cuestionario del censo tenía preguntas que generaban confusión entre los empadronadores y la población.

"Habían algunas preguntas, como las que tenían que ver sobre las limitaciones físicas con la pregunta esa de ¿usted no puede leer bien aunque use anteojos?, algunos empadronadores como el que me entrevistó, me marcó como que yo tenía una limitación simplemente porque tenía anteojos, había entendido la pregunta al revés", dijo.