El Banco Itaú señala en su informe que el entorno externo para Latinoamérica sigue siendo favorable, lo que respalda los precios de exportación, el riesgo soberano y los efectos (Foto: Andina).
El Banco Itaú señala en su informe que el entorno externo para Latinoamérica sigue siendo favorable, lo que respalda los precios de exportación, el riesgo soberano y los efectos (Foto: Andina).

Aunque de manera menos pronunciada que a nivel mundial, la inversión extranjera directa (IED) cayó en por tercer año consecutivo y quedó en US$ 161,673 millones, 20% menos que en el 2011, debido a tensiones comerciales, informó la Cepal.

"En América Latina y el cayó 3.6% anual cuando a nivel mundial lo hizo un 23% en el 2017. Disminuyen los flujos de inversión extranjera, y se reestructura hacia manufactura y servicios", dijo la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena.

En la presentación en la Ciudad de México del informe anual "La inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe", la representante del organismo indicó que la caída más pronunciada de la IED se dio en economías desarrolladas como Estados Unidos o Reino Unido.

Pero la bajada fue generalizada en el mundo por una serie de "contratendencias" como las tensiones comerciales y las políticas industriales nacionalistas, que aumentan la incertidumbre, según la Comisión.

Además, las inversiones retrocedieron en China por restricciones propias y de economías receptoras, y a ello se suma que las economías avanzadas protejan sus tecnologías y activos estratégicos.

En América Latina y el Caribe, estos US$ 161,673 millones equivalen a cerca del 3% del Producto Bruto Interno (PBI).

Hay una "gran heterogeneidad" entre países, pues si Argentina, Haití o Guyana tuvieron grandes incrementos en IED el pasado año, países como Chile, Brasil o México padecieron caídas.

Además, hay entradas de inversión "muy volátiles" en países del Caribe, apuntó. "El promedio es negativo porque hay economías muy grandes" en números rojos, detalló Bárcena.

La inversión extranjera directa cayó en Chile 48%, en Brasil 9.7% y en México 8.8%.

En cambio, en Colombia tuvo un crecimiento de 0.5% anual, y Bárcena destacó que la nación supo diversificar su IED, cuando hace una década solo llegaba al sector petrolero.

Positivamente, en Centroamérica la inversión extranjera cerró el 2017 con ocho años de subidas consecutivas, y alcanzó los US$ 13,083 millones, sustentándose en las manufacturas.

La caída continuada del IED desde el 2011, de 20%, se explica en buena medida por los menores precios de los productos básicos de exportación, que redujeron significativamente las inversiones en industria extractivas, y por la recesión económica del 2015 y 2016.

Sobresale además un "cambio de estructura" de la IED, que disminuye en recursos naturales y aumenta en la participación de manufacturas y servicios.

De acuerdo con el informe de Cepal, en el 2017 Europa siguió siendo el mayor inversionista en la región, donde aportó 42%, junto con Estados Unidos con 28%.

"Europa es un socio fundamental. (La región) se la jugó con América Latina para invertir en plantas, no solo adquirir empresas, sino instalarlas", puntualizó.

Además, las empresas europeas ejecutan dos tercios de los proyectos en energías renovables con IED, mientras en telecomunicaciones el porcentaje de participación queda en un relevante 43%.

Según el documento, las tendencias globales apuntan hacia una estabilidad de la inversión extranjera directa en el 2018. "El contexto internacional de incertidumbre favorece un patrón de crecimiento de los países líderes, en la cual la inversión doméstica y las capacidades locales son factores clave", subrayó.

En este sentido, el organismo no considera que, pese al alza de ciertas materias primas, se "repitan los grandes flujos de IED de recursos naturales de la última década".

Por todo ello, Bárcena recomendó a los países tener "políticas activas, proactivas y claras" en materia industrial, e instó a apostar por una inversión de calidad en innovación y tecnología.

Mantuvo que, pese a la incertidumbre, la región crecerá 2.2% este año, y quitó cierta importancia a la caída de la IED.

"Estamos en una etapa de madurez en la región en la que no necesitamos cualquier tipo de IED. A nosotros no nos preocupa tanto si cayó 3.6%, porque la calidad de la inversión extranjera es mejor porque hay mejores resultados para desarrollar capacidades locales y empleo", concluyó.

Cuestionada por los medios, Bárcena se declaró hoy "encantada" con la idea de colaborar con el futuro mandatario de México, Andrés Manuel López Obrador, y no descartó la posibilidad de ser nombrada embajadora ante la ONU, tal y como anunció el líder izquierdista en mayo.

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