(Foto: https://www.esan.edu.pe/conexion/marketing/)
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Comex cuestionó -- la viabilidad de la imposición de impuesto a servicios online en Perú, tal como está ocurriendo en otras naciones. Por ejemplo, Reino Unido planea implementar un nuevo impuesto a los servicios ofrecidos digitalmente como las redes sociales, los motores de búsqueda y las plataformas de compra y venta online.

“¿Podría algo así replicarse en el Perú? Evidentemente, la evasión fiscal debe combatirse, pero ¿por qué habría que imponer impuestos a servicios online en nuestro país, cuando muchas veces estos le hacen la vida más fácil a ciudadanos y empresas peruanas?”, indicó el gremio.

“Existe otro cúmulo de propuestas planteadas en el informe del WEF de política fiscal que fueron pensadas principalmente para el contexto norteamericano o europeo, en el cual la economía digital se encuentra en una fase más avanzada, pero que no encajan con la realidad que vivimos en el Perú”, arguyó.

Esta reflexión surge a colación del último en la que han esgrimido innovaciones en términos de política fiscal que proponen ajustar la actividad empresarial al siglo XXI.

Entre ellas se plantea la imposición de impuesto a los servicios ofrecidos digitalmente.

“Si bien la globalización nos permite disfrutar de algunos de los avances tecnológicos creados en otros países del mundo, nuestra economía aún se encuentra muy por detrás en temas de innovación y digitalización”, fundamenta el gremio.

Prueba de ello es que según datos del Inei a junio de este año, menos del 60% de la población nacional hace uso de internet y, de aquellos con acceso a la red, el 20.5% solo la utiliza una vez por semana o menos.

Además, en el del WEF, el Perú muestra una clara deficiencia en el sector de innovación, pilar en el cual nuestro puntaje es el más bajo y en el que nos posicionamos en el puesto 90 de 141 economías.

“Ante lo cual, nuestra prioridad debe ser impulsar las mejoras tecnológicas y su difusión en el país, en vez de plantear medidas que las dañarían. Es necesario comprender bien la realidad de nuestra economía antes de seguir ciegamente ideas que surgen en los países más desarrollados y que, a pesar de tener las mejores intenciones, pueden terminar perjudicando el crecimiento económico, que ha sido el principal motor para la reducción de la pobreza en el Perú”, finalizó.

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