"Los cambios imprevistos o bruscos en la política, la tecnología o la confianza de los inversores tienen el potencial de producir eventos bruscos de revalorización que podrían dar lugar a pérdidas en los balances de las instituciones financieras", dijo Brainard. (Foto: AFP)
"Los cambios imprevistos o bruscos en la política, la tecnología o la confianza de los inversores tienen el potencial de producir eventos bruscos de revalorización que podrían dar lugar a pérdidas en los balances de las instituciones financieras", dijo Brainard. (Foto: AFP)

La incertidumbre sobre el impacto del en el sistema financiero no debe impedir que las empresas del sector se preparen para los cambios que se avecinan, dijo la gobernadora de la Reserva Federal (Fed),.

Sostuvo, en un foro sobre la transición a una economía con bajas emisiones de carbón, que las empresas financieras enfrentan riesgos por los desastres relacionados con el clima y también por los cambios potencialmente rápidos en los precios de los activos si las políticas gubernamentales cambian.

“Aunque las pruebas científicas del cambio climático son inequívocas, las estimaciones de la magnitud de los riesgos financieros relacionados con el clima son muy inciertas”, dijo , que encabeza los esfuerzos de la Fed para determinar cómo la entidad debe incorporar las consideraciones climáticas en sus operaciones y la supervisión del sistema financiero.

“Esta incertidumbre residual no debería impedir la realización de inversiones prudentes en prácticas de gestión de riesgos a corto plazo”, agregó.

Los bancos centrales de todo el mundo están tratando de determinar cómo debe encajar el cambio climático en su trabajo.

“Los cambios imprevistos o bruscos en la política, la tecnología o la confianza de los inversores tienen el potencial de producir eventos bruscos de revalorización que podrían dar lugar a pérdidas en los balances de las instituciones financieras”, dijo Brainard.

La funcionaria sostuvo que se están estudiando diferentes opciones para su posible uso en la supervisión, incluido el desarrollo de un análisis de escenarios que evalúe cómo las instituciones financieras hacen frente a los desafíos climáticos a largo plazo.

“La divulgación estandarizada, fiable y obligatoria podría proporcionar un mejor acceso a los datos necesarios para gestionar adecuadamente el riesgo”, remarcó.