Perú acortó distancias con EE.UU. en el control de la inflación a tal punto que ahora este indicador es más bajo en nuestro país que en la mayor economía del globo.
La tasa de inflación en Perú fue de 1.9% en el 2019. En el mismo periodo, el índice de precios estadounidense fue de 2.3%, según datos oficiales de cada país.
La inflación en nuestro país durante el año pasado fue la menor en la región latinoamericana y se proyecta que mantendrá ese sitial en el 2020, a excepción de Ecuador, aunque esa economía es un caso atípico ya que está oficialmente dolarizada.
El Banco Central de Reserva (BCR) tiene como principal mandato mantener la estabilidad de precio en el país. Para ello, utiliza el esquema de Inflation Targeting o de meta explicita de inflación desde el 2002.
Este contempla un rango meta u objetivo de tasa de inflación anualizada de entre 1% y 3%, con un punto medio en 2%. El nivel de 2% es también la meta de inflación para gran parte de las economías desarrolladas, incluido EE.UU.
Con la meta de inflación en Perú fijada en 2%, el BCR busca acercarse más al concepto de inflación óptima asociada a la estabilidad de precios y reforzar el proceso de desdolarización financiera y real de la economía, según reportes de la autoridad monetaria.
Y el objetivo se ha cumplido con creces. En febrero de 1997, hace 23 años, la inflación anualizada fue de 9.4%. Más aún, entre agosto de 1987 y agosto de 1990 la inflación acumulada fue de 3,500,000%.
Tiempos difíciles
Tiempos difíciles los vividos en la década de los 80, que dieron pie a una reforma total del régimen económico, a principios de los 90.
Estas modificaciones sustanciales al engranaje económico y, posteriormente, la adopción de las referidas metas de inflación objetivo, terminaron por consolidar en el país niveles de precios que crecen casi a la par que en las naciones desarrolladas.
Actualmente, en cambio, las preocupaciones son otras. El BCR, en su programa monetario de enero último, estimó que la tasa de inflación anual se ubicaría alrededor de 2% en el horizonte de proyección, con un moderado sesgo a la baja por la posibilidad de un crecimiento de la demanda interna menor al previsto.
Es decir, que incluso el instituto emisor no descarta que la inflación baje a menos de 2%, por lo que se mantiene atento a la nueva información sobre la inflación y sus determinantes para evaluar ajustes a la posición de política monetaria.
Para bancos como BBVA, ello implica que habrá un recorte adicional de 25 puntos básicos en la tasa de interés de referencia –variable clave de la política monetaria- del BCR, del actual 2.25% a 2%, probablemente en la primera mitad del 2020.
Cierto es que la tasa de inflación, este año, aminora también por una actividad económica que tiende a desacelerarse, un problema que aqueja a EE.UU. y otros países desarrollados.