(Foto: Reuters)
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La tasa de inflación de Brasil superó las expectativas de los analistas en 2017 pero fue menor al rango de meta oficial por primera vez, fijando el escenario para que las tasas de interés se mantengan en mínimos históricos.

El Índice Nacional de Precios al Consumidor Amplio (IPCA) subió un 2.95% el año pasado, la tasa anual más baja desde 1998 y bajo la meta de 4.5% anual, más/menos 1.5 punto porcentual, informó el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).

La lectura fue superior incluso al alza de 2.80%, la cifra más alta de los pronósticos en un sondeo de Reuters a 26 economistas.

Bajo la ley brasileña, los miembros del banco central tienen que publicar una carta abierta siempre que no se logre llegar a la meta de inflación.

La carta será publicada a las 5.30 p.m. hora local (1930 GMT), después de una conferencia de prensa del presidente del banco central Ilan Goldfajn.

La lectura anual se compara con las tasas de comienzos de 2016, cuando la inflación llegó a máximos de 13 años aun cuando la economía brasileña cayó a una de sus recesiones más graves en décadas. Tasas de desempleo de dos dígitos y una capacidad ociosa entre las empresas limitaron las alzas de los precios.

La baja en los precios de los alimentos también pesó en la inflación luego de una fuerte cosecha, pero la tendencia podría haberse agotado en diciembre cuando subieron los costos de la comida por primera vez desde abril.

El IPCA subió 0.44% en diciembre en la comparación con noviembre, sobrepasando el pronóstico de un alza de 0.30% en el sondeo de Reuters.

La inflación floja podría permitirle al banco central recortar más sus tasas de interés referencial desde el actual 7% y mantenerlas en esos niveles, impulsando la recuperación económica.

Los futuros de las tasas de interés mostraban que la mayoría de los operadores espera un recorte final de 25 puntos básicos en febrero, con una minoría apostando por una baja adicional en marzo.