En un segundo año de la pandemia, los sectores económicos se vienen recuperando, siendo uno de ellos el sector textil y confecciones.
Así, en los primeros cuatro meses del 2021 las exportaciones textiles mostraron un importante desempeño y alcanzaron los US$ 460 millones, lo que representa un incremento de 54% respecto al periodo del 2020, de acuerdo a cifras del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur).
En ese sentido, Ilse Rivas, Gerente del Centro Tecnológico de Textiles y Confecciones de SENATI, señala que esta recuperación ha llevado a que se incremente el número de estudiantes en esta carrera y en las especializaciones en ella.
En diálogo con Gestión.pe, indica que en los últimos meses se ha observado un crecimiento de 60% en el número de estudiantes en la carrera de textiles que hoy se desarrolla de manera virtual. Esta carrera tiene una duración de 3 a 4 años de estudios, en tanto un 40% de alumnado está conformado por mujeres y el 60%, por hombres.
De igual manera, también se ha observado un incremento en quienes estudian programas de especialización de menor duración, de 4 a 6 meses, como diplomados.
Rivas indicó que en este último caso, se ha observado estudiantes incluso de países de la región como Ecuador, Bolivia, Colombia y México. En este caso, un 66% de alumnado es conformado por mujeres y un 40%, por varones.
“En este caso los estudiantes buscan tener una oportunidad laboral en trabajo remoto porque como ahora las responsabilidades en casa se ha incrementado, eso ha hecho que las personas tomen la decisión de emprender sus propios negocios desde sus casas, entonces eso ha motivado a que el público que se está especializando tenga el interés en aprender nuevas herramientas para ser más competitivos”, dijo.
La nueva era en los vestuarios
La ejecutiva indica que la alta demanda por estudiar y especializarse en estas carreras responde a dos razones fundamentales.
La primera, explica, se debe a la mayor demanda de indumentaria médica que se necesita a raíz de la pandemia del COVID-19.
En un segundo año de lucha contra este virus, la ropa médica, mascarillas, entre otros, son demandados y seguirán siéndolos, considerando que aún se sigue combatiendo esta enfermedad y el Perú, así como otros países, se encuentran en pleno de proceso de vacunación.
La segunda razón, detalla, responde al uso de prendas con aplicación de nanotecnología, una ciencia que se aplica al desarrollo de diversos sectores, mejorando determinados productos.
Rivas indica que actualmente en cuanto a los nuevos hábitos del consumidor, ahora se buscan productos que ofrezcan bienestar, seguridad, tranquilidad y protección, por lo que hoy se impulsa el desarrollo de productos con estos aspectos.
“En el 2018 ya estábamos preparando a los jóvenes para el desarrollo de prendas inteligentes. Los ‘smart clothes’ se refieren a la aplicación de tecnología electrónica y aplicativos móviles en una prenda. Por ejemplo, hace poco se conoció las mascarillas (con biosensores portátiles) que detectan el COVID-19 en 90 minutos, entonces, eso trata este tipo de trabajo”, precisó.
Finalmente, indicó que las carreras en industria 4.0, que se orientan a la transformación digital y que también incluye al sector textil, son las que tendrán a futuro la mayor demanda en el país.
“Hoy el estudiante quiere manejar el software para poder hacer los patrones (textiles) que antes se hacía en una mesa. Ahora se puede hacer (los patrones) desde un computador y lo pueden manejar desde cualquier zona del país”, afirmó.