Stephanie García Van Gool, directora de Medición de Impacto y Desarrollo Estratégico de la Fundación Microfinanzas BBVA.

El último Informe de Desempeño Social en Perú de la Financiera Confianza, entidad de la Fundación Microfinanzas BBVA, reveló que, dentro de sus nuevos clientes, la mayor parte de las personas que están en pobreza y extrema pobreza en 2017 son mujeres.

Así, estas representan un 60% de los clientes pobres nuevos atendidos, y un 79% de los extremadamente pobres.

Asimismo, el 50% de los clientes de la entidad son mujeres y de estas el 76% están en situación de vulnerabilidad. Un 28% está bajo la la línea de pobreza, frente al 14% de los hombres.

Además, el nivel educativo es elevado, solo un 17% de las mujeres cuenta con educación primaria a lo sumo. Se trata de emprendedoras que se dedican al Comercio en su gran mayoría (60%) a diferencia de los hombres, que centran sus actividades en los sectores Servicios y Agro.

Por otro lado, de las mujeres urbanas sin estudios superiores o técnicos que trabajan en el sector de Comercio al por mayor, el 44% es pobre, seguido de aquellas que trabajan en el Comercio al por menor (42%).

“Hicimos un análisis multivariante entre clientes con mayor pobreza de nuestra base de datos y encontramos dos factores determinantes.

Por un lado, el género, que confirma que las mujeres son las que más pobreza presentan y, como segundo factor, la educación, que es una gran limitante a nivel de ingresos de los clientes”, señaló Stephanie García Van Gool, directora de Medición de Impacto y Desarrollo Estratégico de la Fundación Microfinanzas BBVA a Gestión.pe.

“En el caso de las mujeres, lo que no somos capaces de ver es por qué las mujeres, aunque tengan estudios superiores, son muy pobres. Sería interesante entender qué les limita para poder emprender y hacer crecer sus negocios. Algunas cosas se me ocurren como ser madres solteras o que no tengan acceso a oportunidades laborales”, añadió.

Para ello, la ejecutiva comentó a Gestión.pe que trabajarán en una encuesta personalizada para conocer más sobre el perfil de sus clientes.

En ese sentido, el trabajo empezaría en 2019 con la finalidad de averiguar si es que la inversión de excedentes en sus negocios, por ejemplo, se invierten en sus familias por ser madres solteras.

“A mí me aparece que ese negocio no crece porque está invirtiendo en su hogar. Podría, potencialmente por mi data, castigarla porque no le va bien. Pero hay mucha información que no estoy viendo por eso queremos hacer las encuestas”, concluyó García Van Gool.