OCDE
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Los países iberoamericanos mejoraron el acceso a la educación, pero tienen el desafío de garantizar más calidad e igualdad a los alumnos, defendió hoy el director de Educación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Andreas Schleicher.

"Iberoamérica hizo muchas conquistas, en especial respecto al acceso de los niños y jóvenes a las escuelas. El principal desafío de la región ahora es mejorar la calidad y la equidad de la educación en estos países", explicó a Efe Schleicher.

El director, quien está en Sao Paulo para discutir con expertos y secretarios de educación iberoamericanos los resultados del informe trienal Pisa, destacó los "resultados positivos" de Colombia, Perú y Brasil.

Además aplaudió a Portugal, cuyos esfuerzos calificó de "muy exitosos" para el avance de las habilidades de aprendizaje en los últimos 15 años.

La reunión de este martes tiene como punto clave discutir y definir las "políticas educativas que hay que llevar adelante" en la región, según afirmó el director subregional de la Secretaría General Iberoamericana, Alejo Ramírez.

"En términos generales, el gran logro de Iberoamérica fue el aumento de la tasa de participación educativa, con algunos rasgos de aumento en la calidad. Por otra parte, la desigualdad socioeconómica aún es un gran desafío a ser combatido", declaró Ramírez.

Para el director, el informe Pisa, el cual fue discutido hoy, es un importante indicador para analizar y mejorar la calidad educativa.

Aunque, subrayó, que hay que tener en cuenta otros factores de investigación más allá de "tan solo tres elementos".

"Una región como la nuestra, que es una región diversa, desigual y compleja, requiere no solamente elementos y análisis puntuales sino también poner en contexto otros elementos. El índice Pisa es un componente adicional para mejorar nuestra calidad educativa", enfatizó.

Pese a los "acalorados debates" que acompañaron la divulgación del informe, opinó Ramírez, los secretarios de educación están de acuerdo en que la "desigualdad socioeconómica determina la calidad educativa", por lo que se hace fundamental la implementación de políticas públicas concretas orientadas a la educación.

"Es la calidad en la enseñanza infantil, básica y secundaria la que determinará un cambio estructural en la perspectiva de futuro de los jóvenes", afirmó el ministro de Educación de Brasil, Mendonça Filho.

El año pasado, el Gobierno brasileño aprobó una reforma en la enseñanza secundaria que incluye, entre otras medidas, un currículo común a todas las escuelas del país -que deberán adecuarse a las nuevas reglas hasta el final de 2020-, y la capacitación de los profesores.

En línea con Brasil, España ha discutido en las últimas semanas un pacto educativo nacional para "revisar mejoras" en el ámbito educacional, según apuntó el secretario general de Universidades español, Jorge Sáinz González.

"Algunas situaciones (expuestas en el informe Pisa) son comunes para todos los países iberoamericanos, en las que se puede invertir en mejoras. Hoy es un momento importante de compartir, ver resultados y ver como distintos proyectos dan distintos frutos en distintos países", completó.

En el último examen Pisa, en 2015, participaron más de medio millón de estudiantes de 15 años, provenientes de 72 países, que fueron evaluados en asignaturas como ciencias, matemáticas, nociones financieras, resolución de problemas y lectura.

Aunque los líderes iberoamericanos discutirán diferentes alternativas para solucionar el problema educativo en esta región, Sáinz adelantó que el principal error está en las políticas educativas que "no tienen un impacto inmediato en la sociedad".

"Es un impacto futuro, pero que tiene mucha relevancia. Se trata de un futuro muy competitivo donde todos los países están invirtiendo tiempo, dinero y capacidad en mejorar los resultados educativos en todo el mundo, por lo que tenemos que hacer nuestra parte", concluyó.