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Richard Manrique Torresrichard.manrique@diariogestion.com.peEnviado especial a la CADE 2013

"Las nuevas condiciones de un mundo completamente globalizado, y el desarrollo de nuevas tecnologías, han cambiado el concepto de educación, pero todavía no lo hemos percibido y mucho menos entendido". Esta es la realidad de la educación en el Perú, según el CEO de Hochschild Mining, .

"La fórmula del éxito" fue el título de su conferencia magistral en la , en Paracas. Allí dio una visión amplia sobre la necesidad de hacer una reforma educativa, cambiando los modelos obsoletos:

"Hay que cambiar instituciones que vienen de la época de Sócrates, de Platón, de la Akademia, donde el profesor se dedicada todo el día a 5 alumnos; y no como ahora, en que un maestro, en situaciones difíciles o no siempre bien dotado de las herramientas necesarias, tiene que tratar de enseñar en 5 horas a 30, 40 0 50 alumnos, que tienen diferentes niveles de capacidades y habilidades".

Las enseñanzas en los colegios no tienen rumbo definido en la perspectiva de Hochschild: "En nuestra educación enseñamos a hacer restas a alumnos que todavía no han aprendido a sumar bien, algo así como construir el segundo piso cuando los expertos nos dicen que el primer piso está mal hecho o no está terminado".

Contó que Stanford desarrolló cursos en los cuales el mismo alumno puede verificar su nivel de aprendizaje y reforzarlo a través de . "El alumno es su propio tutor y tiene un profesor para él mismo frente a una computadora. Puede aprender en 10 minutos o en 5 horas, da exactamente igual porque la computadora es suya durante ese tiempo y es su tiempo el que está usando. No cuesta y les da a todos la posibilidad de aprender, reforzar o mejorar".

"Se trata de un cambio dramático que permite un salto cuantitativo y cualitativo en –enfatizó–. Los profesores tendrán que renovarse, y los nuevos llegarán con una nueva mentalidad. La época de usar los colegios o universidades como centros de adoctrinamiento va a ir cambiando".

Su huella personalHochschild afirmó que su "fe en la educación y la formación profesional, como una herramientas única que nos llevará al desarrollo", lo hizo seguir "creyendo y apostando por ", la creación de su padre.

Pero él también quiso seguirle los pasos con su huella. Contó la experiencia de impulsar, junto a sus amigos del sector, "una misión tan importante y trascendente como es la (UTEC)". De esta institución, dio una larga secuencia de esfuerzos de convenios internacionales y locales para potenciar la educación.