Juzgado. Ordenó parar el retiro de un relave minero cerca al río Rímac.
Juzgado. Ordenó parar el retiro de un relave minero cerca al río Rímac.

El Poder Judicial dictó una medida cautelar que ordenó paralizar el retiro de los relaves de mineral que había ordenado Osinergmin en la zona del cerro Tamboraque, cercana al río Rímac -en las alturas de Lima-, lo cual pone en riesgo de contaminación el suministro de agua para la ciudad capital, según indicó el Reporte N° 23 del Observatorio de Conflictos Mineros.

El documento indica que Defensa Civil ha advertido que , en caso de lluvias intensas o de sismos en la zona (declarada en emergencia) , esos relaves -de propiedad de la empresa Great Panther Coricancha S.A.- podrían caer sobre el río Rímac, lo que causaría una grave contaminación con metales pesados, en dicho afluente.

Frente a esa situación, Osinergmin había exigido a la empresa concluir con el traslado de los relaves ubicados en dos depósitos en Tamboraque, como dispone el plan de cierre de minas que aprobó el MEM, y por cuyo incumplimiento el regulador ya había sancionado a la minera.

No obstante, el Tercer Juzgado Constitucional Transitorio de Lima -señala el reporte- dispuso paralizar el retiro de los 145 mil metros cúbicos de relaves que aún permanecen en el lugar, hasta que el MEM resuelva la modificación del plan de cierre solicitado por la empresa.

Otra amenaza

Además, el reporte da a conocer de una nueva amenaza que se cerniría sobre el suministro de agua para Lima: el desarrollo del proyecto minero Ariana, a cargo de la firma canadiense Southern Peaks Mining y frente al cual, indica, Sedapal ya ha expresado preocupación.

Precisa que Sedapal está preocupada por que se autorice la construcción y operación del depósito de relaves de la mina, debido a que su diseño genera la posibilidad de rotura y afectación del agua que se conduce por el Túnel Trasandino, ubicado en esa zona, y que capta aguas del río Mantaro, y las trasvasa a la cuenca del Rímac, para suministrar de agua a la capital.

Además, refiere que el EIA de este proyecto minero -que se empieza a construir en el primer trimestre del 2019- consigna que se afectarán unas cuatro lagunas grandes y cursos de agua superficial, en esa parte de la región Junín.