El débil desempeño de la economía peruana en los últimos años (pasó de un crecimiento de 8.78% en el 2010 a 3.26% en el 2015, según cifras del INEI ) ha golpeado el mercado laboral.
Si bien el empleo y los ingresos han continuado creciendo, lo hacen a tasas mucho más bajas. Ello se observa tanto en Lima como en provincias, en el área urbana y rural y en las regiones.
En ese contexto, donde pareciera estar uno de los impactos más negativos de la desaceleración en el país es en la calidad del empleo.
De otro lado, 11,100 personas más (1%) pasaron a ser subempleadas por ingresos, lo que significa que laboraron más de 35 horas semanales pero tuvieron un ingreso mensual menor al ingreso mínimo de referencia (S/ 911).
Esta tendencia no es reciente, la calidad del empleo se ha ido deteriorando en los últimos años. Así lo reflejan las cifras en Lima Metropolitana. El año pasado, 36,400 personas engrosaron el grupo de subempleadas por ingresos.
Estas tienen un ingreso por debajo del precio de la canasta básica familiar, la cual, según el INEI , está en S/ 1,515 (para una familia de cinco miembros. Incluye alimentos y otros bienes).
Si bien el subempleo por horas se redujo en 36,200 trabajadores en el 2015, la tendencia de los trimestres móviles es al alza.
A nivel nacional, con las cifras hasta el 2014 se observa una leve reducción del subempleo por horas entre el 2010 y el 2014, mientras que el subempleo por ingresos se mantuvo alto (43% de la PEA).
RemuneracionesEl frenazo económico también ha afectado a los salarios. Si bien el ingreso (nominal) promedio mensual ha crecido, su ritmo se ha desacelerado.
En el 2011, se alcanzó una remuneración promedio mensual de S/ 1,058, que representó un alza de 8.8% . Sin embargo, en el 2014, aunque se llegó a un sueldo promedio de S/ 1,229, representó un incremento de 4.58% comparado con el 2013. La misma tendencia se presenta en los ámbitos urbano y rural.
Para Lima Metropolitana, el salario promedio se incrementó en 4.8%. Es decir, pasó de S/1,497 en el 2014 a S/1,569 en el 2015. Aunque el ingreso de la mujer creció más que el del hombre (6% y 4.2%, respectivamente), este segundo continúa siendo el mejor remunerado.
EmpleoEn general, en el 2015 la tendencia continuó a la baja. El empleo formal urbano creció solo 0.9%, según las cifras del Ministerio de Trabajo (MTPE). Estas también revelan que la desaceleración del crecimiento de la economía ha afectado más el empleo en la actividad extractiva: agricultura, pesca y minería, que creció en solo 0.7%. Asimismo, se observa una caída del empleo en la industria manufacturera (-2%).
En tanto, según cifras del INEI , mientras que en el 2010, el empleo formal a nivel nacional registró un crecimiento de 2.25%, comparado con el año anterior, en el 2014 solo lo hizo en 0.72%. En el ámbito urbano, la tendencia es la misma, pasando de un crecimiento de 3.75% en el 2010 a 0.95% en el 2014. En el área rural, la tasa de crecimiento del empleo formal se mantuvo en negativo en todo ese periodo y en el 2014 creció solo 0.02%.