Inversión privada. Los inversionistas están orientando su inversión a atender su sector, están respondiendo a sus mercados individuales, pero no están siendo agresivos, señala Arbe.
Inversión privada. Los inversionistas están orientando su inversión a atender su sector, están respondiendo a sus mercados individuales, pero no están siendo agresivos, señala Arbe.

Por Luis Hidalgo Suárez 

Guillermo Arbe, gerente de Estudios Económicos del , señaló en entrevista con Gestión que han ajustado al alza su proyección de crecimiento del PBI de 3.5% a 3.7% para este año.

Sin embargo, la economía podría estar creciendo 5% si no fuera por el ruido político que está frenando la inversión pública, que hace menos agresiva a la inversión privada, agregó.

¿Cómo ve a la economía nacional en la coyuntura actual? ¿Qué riesgos enfrentamos?
La fluctuación de los precios de los metales es un riesgo externo permanente, dada la estructura de nuestra economía; aunque ahora mismo no es una gran preocupación. Luego, está la guerra comercial cuyo impacto se manifiesta a través del impacto en el crecimiento de los países involucrados (y, por lo tanto, también en los precios de los metales). Y, en tercer lugar, la subida de las tasas de interés en el mercado internacional.

¿Cuál es el impacto de estos factores actualmente?
Están generando algo de incertidumbre, por ejemplo, el alza del dólar. Las empresas tienen que tener una cierta percepción del largo plazo de los precios relativos y cuando el tipo de cambio está volátil, hay menos visibilidad de esos precios.

¿Qué riesgos internos percibe?
Internamente, está la situación política que es muy desordenada. La pregunta que escuchamos, incluso de clientes sobre todo extranjeros, es: cómo es posible que el Perú esté creciendo tan bien en un contexto político como el actual. Se habla de que hay un divorcio entre lo político y lo económico.

Las famosas “cuerdas separadas”. ¿Está de acuerdo con eso?
No creo que haya tal separación. La situación política sí está afectando lo económico. Lo que pasa es que se tiende a enfatizar cómo lo político afecta a la inversión privada, pero creo que el impacto principal de los eventos políticos es sobre la inversión pública. Hace dos años se preveía que la que debería estar liderando el crecimiento (hoy) era la inversión pública, pero la situación política está impidiendo que la inversión pública sea un motor de crecimiento.

Sin este ruido político, ¿cuál sería la situación de la economía?
Hoy la economía peruana estaría creciendo un 5% o más si tuviéramos una situación política ordenada y más calmada.

¿Los problemas políticos no están afectando a la inversión privada?
La sensación que tenemos ahora es que los empresarios, inversionistas, o las empresas en general en el país, están adoptando la siguiente mentalidad: “Esta es la realidad que vivimos y entonces tenemos que seguir adelante”. En ese sentido, están empezando a invertir, pero hay que poner todo en su real envergadura.

¿Qué significa eso?
Por un lado, la inversión privada está creciendo a 6% u 8%, pero en sus buenos años crecía a tasas de doble dígito, 15%, 20%. Entonces, todavía no hemos regresado a ese círculo virtuoso que teníamos antes en la economía . Y, por otro lado, que los inversionistas están orientando su inversión a atender su sector, están respondiendo a sus mercados individuales, pero no están siendo agresivos.

No hay una actitud de no invertir por la coyuntura política, pero sí hay una sensación de malestar frente a la situación política de parte de los empresarios. Es decir, ellos dicen: “Voy a basar mis decisiones de inversión en lo económico, pero no me gusta lo político”.

¿Se podría decir, entonces, que el ruido político no está afectando la inversión privada?
La situación política no está impidiendo la inversión privada, pero sí está haciendo que los inversionistas no sean agresivos en su inversión.

¿Esa menor agresividad en la inversión privada limita el crecimiento del PBI?
Estamos proyectando 3.7% de crecimiento del PBI para este año y 4% para el 2019. Decimos que eso no está mal, pero podría ser mejor. Tenemos los elementos para que el crecimiento sea bastante mayor, si tuviéramos una coyuntura política más conducente a eso, que permita que la inversión pública crezca más, para que contribuya a eso. Y me refiero solo al corto plazo.

¿Cuál sería la situación hacia adelante?
A mediano y largo plazo, la inversión pública tiene que ver con ampliación de infraestructura, de la frontera de producción, de lo cual depende el PBI potencial; es decir, la inversión pública afecta el crecimiento futuro de la economía.

¿Qué debe hacerse para crecer sostenidamente al menos al 5% (tasa necesaria para superar problemas como alto nivel de pobreza, cobertura y calidad de servicios públicos, entre otros)?
El objetivo principal de la economía no es crecer, es aumentar el bienestar; una forma de hacerlo es que la economía crezca, pero eso es un medio, no un fin. Ese mayor bienestar tiene que ver con lo que menciona usted: reducir pobreza, aumentar la cobertura y calidad de servicios públicos, pero también con la institucionalidad. Fortalecer las instituciones.

Tenemos que regresar a una situación de mayor orden político porque hoy todas las energías del Estado están enfocadas en la coyuntura política y se desperdicia energía que debería estar dedicada, justamente, a cómo se invierte más, a aumentar la infraestructura.

¿Qué más se necesita para que la economía crezca a mayores tasas?
Otra tarea es mejorar el funcionamiento del Estado, porque en lugar de ayudar a los ciudadanos y empresas, tiende a ser un obstáculo; específicamente hay que mejorar el gasto del Estado, retomar la inversión en infraestructura, de la mejor forma, que sea creíble y real.

Pero estos cambios pueden tomar tiempo…
Sí, pueden tomar tiempo, pero ayuda para un cambio en la percepción.