Dentro de lo afectada que se encuentra la economía por el impacto del COVID-19, la actividad turística ha entrado en el momento más duro de la historia a pesar de varios años de franco crecimiento. Y con esa caída, los más de 10,000 guías turísticos que hay en el país se han vuelto los más afectados.
Gestión.pe conversó con Cecil Bastos, presidente de la Asociación de Guías Oficiales de Turismo (Agotur) de Lima, quien brindó algunos detalles de la crudeza con la que ha afectado la pandemia a este sector y cómo se están reinventando para afrontar la crisis. Bastos explica que, a diferencia de las empresas o los empleados formales, los guías turísticos son un sector particular pues trabajan como empleados independientes.
Es por ello que, a pesar de que se han dado programas de salvataje financiero para empresas y bonos para las personas en situación de vulnerabilidad, los guías turísticos no han recibido ninguno de estos beneficios.
“No somos empresa, tampoco somos empleados de nadie. Somos independientes, emitimos recibos por honorarios, pagamos nuestros impuestos a través de declaraciones juradas mensuales y anuales. Si bien han aparecido todos los programas de salvataje financiero, solo se han apoyado al 6% o 7% del total de los guías a nivel nacional. No hemos recibido ningún bono, no hemos tenido ayuda en absoluto, no hemos sido insertados en ningún espacio laboral. Todos estamos siendo ignorados finalmente porque tampoco se nos ha oído”, comenta Bastos.
En este contexto, Bastos explica que los guías turísticos se han visto obligados a realizar otras actividades para poder subsistir, entre ellas las clases de idiomas de manera virtual, el comercio, trabajo en call centers, entre otros.
“Al no tener ayuda en absoluto en casi cuatro meses, al siguiente mes del inicio de la cuarentena hemos intentando girar completamente y reinventarnos. La gran mayoría de nosotros está haciendo otra actividad como ventas, call centers, enseñanza de idiomas de forma virtual. Yo, por ejemplo, soy profesor de inglés. Estamos haciendo diferentes actividades por nuestros propios medios. No ha habido apoyo de ninguna forma. (…) Lo que hemos solicitado al Gobierno es que haga un programa especial que nos permita acceder a un crédito. No queremos mucho, pero hay mucha gente que quiere iniciar una bodega, quizás una farmacia o un emprendimiento, pero no hemos recibido respuesta de eso”, lamenta el presidente de Agotur Lima.
Aunque ya se reiniciaron los vuelos domésticos y los viajes interprovinciales, la expectativa de los guías turísticos es mínima. Bastos señala que en el caso del turismo receptivo este se reactivaría recién a fines del 2021, pero con mayor certeza en el 2022. Mientras tanto, los guías turísticos deberán dedicarse a otras actividades ante la inactividad del sector.
“Nosotros esperamos que la economía mejore y nosotros poder sobrevivir con nuestros emprendimientos. Se han perdido 10 años de mejora en el turismo. Para recuperarnos nos tomará por lo menos 5 años más, pero la recuperación o la estabilidad que teníamos pensamos que iniciará en el 2022. La recuperación será paulatina. En ese momento, cuando se empiece a reactivar, vamos a ser demasiados guías para poco trabajo. Eso nos va a llevar a tener que bajar precios para competir y nuestros ingresos no volverán a ser los mismos”, sostiene Bastos.
Finalmente, el vocero de Agotur Lima señala que el programa FAE-Turismo sí está funcionado en el caso de las pymes o mypes del sector, pero esto no significa beneficios directos para ellos. “Los guías no hemos tenido ningún beneficio en ese programa. Nosotros no somos empresarios ni pymes ni mypes”, añade.