Redacción Gestión

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Atenas (Reuters).- La policía griega lanzó gases lacrimógenos y granadas de estruendo contra manifestantes en el centro de Atenas, cuando intentaron pasar una barrera y alcanzar a la canciller alemana, , de visita en el país.

Decenas de miles de manifestantes desafiaron una prohibición de protestar y se reunieron en la plaza Syntagma para , a la que muchos culpan de forzar dolorosos recortes a cambio de dos paquetes de rescate de la y el por más de 200.000 millones de euros (260.000 millones de dólares).

Algunos arrojaron piedras, botellas y palos a la policía e intentaron pasar una barricada colocada para proteger a Merkel y a su delegación, quienes se reunían con el primer ministro, , en su despacho, a cientos de metros del lugar.

La policía detuvo a decenas de manifestantes en la que sería una de las mayores manifestaciones en meses.

por primera vez desde el inicio de la hace tres años, para entregar un mensaje de apoyo, pero no más dinero, al país golpeado por la recesión y que lucha por mantenerse dentro de la zona euro.

La líder alemana fue recibida con honores militares en el aeropuerto de , pero la situación en las calles fue diferente.

En la plaza central junto al Parlamento, cuatro personas vestidas con uniformes militares y que conducían un pequeño jeep agitaron banderas con la esvástica e imitaron el saludo Nazi.

En las protestas se podían ver pancartas con leyendas como "Fuera Merkel, Grecia no es tu colonia" y "Esto no es una Unión Europea, es esclavitud".

La policía desplegó 6.000 efectivos, incluyendo unidades antiterroristas y francotiradores en techos de edificios, para proveer seguridad durante la visita de seis horas.

Sitios alemanes en la capital griega, incluyendo la embajada y el Instituto Goethe, se encuentran bajo protección especial.

Posicionamiento político

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La líder quiere mostrar apoyo hacia Samaras, quien también es de tendencia conservadora, en su lucha por imponer más recortes en una sociedad que se encuentra al límite tras cinco años de recesión.

Tras su reunión con Samaras, Merkel dijo que el duro camino por el que transita Grecia dará sus frutos y felicitó a Atenas por lo que describió como importantes éxitos en reformas. Sin embargo, dijo que era necesario más trabajo para reducir la enorme deuda del país y restaurar su competitividad.

"Se ha logrado mucho", manifestó.

Samaras, por su parte, dijo que los griegos están "sangrando", pero que se ceñirán a sus promesas de reformas y que están determinados a permanecer en la zona euro.

"Su visita a Atenas es principalmente sobre su posicionamiento político y la oportunidad de aclarar su posición sobre Grecia", declaró Alex White, analista de J.P. Morgan, sobre Merkel.

Grecia está en conversaciones con su "troika" de prestamistas la Unión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el próximo tramo de un paquete de ayuda de 130.000 millones de euros (170.000 millones de dólares), su segundo rescate desde el 2010.

Sin el tramo de 31.500 millones de euros, dice que se quedará sin dinero hacia fines de noviembre.

Muchos griegos dicen que no pueden aguantar más reducciones de salarios y aumentos de impuestos que han dejado sin empleo a un cuarto de la fuerza laboral y reducido en un quinto la producción económica de país.

Los vínculos entre Alemania y Grecia son profundos. Miles de griegos llegaron a Alemania tras la Segunda Guerra Mundial como "trabajadores huéspedes" para ayudar a reconstruir al destruido país y más de 300.000 griegos viven allí actualmente.

Sin embargo, esa relación está opacada por las atrocidades sufridas por los griegos a manos de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.