Redacción Gestión

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Atenas (Reuters).- El nuevo Gobierno de Grecia buscaba el jueves convencer a sus acreedores internacionales para que mitiguen las severas condiciones del , tratando de aprovechar el nuevo giro de la Unión Europea hacia medidas para alentar el crecimiento económico.

Altos funcionarios del trío de prestamistas internacionales de Grecia se reunieron con el primer ministro conservador Antonis Samaras y con el ministro de finanzas Yannis Stournaras por primera vez desde la llegada al poder del nuevo Gobierno tras las elecciones de junio.

La "troika" como se conoce a la misión conformada por , el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional está en Atenas para revisar la marcha de los ajustes y reformas exigidos a Grecia bajo un acuerdo de salvataje de 130,000 millones de euros (162,630 millones de dólares).

En un intento por aprovechar el cambio en Europa hacia medidas más orientadas al crecimiento, Samaras quiere aliviar las condiciones vinculadas al rescate, tales como las alzas de impuestos y los recortes de empleos y salarios.

Para marcar el tono, el líder del partido socialista PASOK, que es parte del gobierno de coalición, Evangelos Venizelos, dijo a legisladores partidarios: "Los despidos salvajes (de trabajadores del sector público) no pueden ocurrir y no son necesarios."

El Gobierno enfrenta una gran presión pública para suavizar las medidas de austeridad.

Sin embargo, la coalición de tres partidos también está bajo una fuerte presión de sus socios europeos, principalmente de Alemania, que dicen que si bien están dispuestos a modificar el programa, no cambiarán sus principios fundamentales ni sus objetivos.

Stournaras, un economista liberal que ayudó a negociar la entrada de Grecia en el euro en el 2001 y que tomó juramento el miércoles a la mañana ante sacerdotes en sotanas negras, fue el primero en reunirse con la troika. El diálogo culminó sin declaraciones. Samaras fue el próximo en reunirse.