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Londres (Reuters).- La economía británica llegó a la recesión más rápido de lo que se esperaba y parece improbable que se recupere hasta que pase algún tiempo, mostraron datos del jueves, haciendo eco de las predicciones sombrías de un banco central que casi seguro revivirá su programa de estímulo en la próxima semana.
La economía retrocedió 0.3% entre enero y marzo, dijo la Oficina de Estadísticas Nacionales. Eso confirmó una estimación anterior, aunque las cifras revisadas del último trimestre del 2011 mostraron una recaída de 0.4%, de mayor profundidad de lo que se había registrado inicialmente.
La difusión de datos pesimistas resaltó una debilidad generalizada en la economía de Gran Bretaña, que ha estado luchando para ganar fuerza desde la crisis financiera del 2007/2008, al tiempo que se siente el efecto de los recortes de gastos gubernamentales y los problemas de endeudamiento en la zona euro sofocan la confianza.
El gobernador del Banco de Inglaterra (BoE, por su sigla en inglés), Mervyn King, dijo el martes que el panorama había empeorado significativamente en las últimas semanas y que Gran Bretaña corría el riesgo de caer en una recesión al tiempo que el empresariado interrumpía la inversión debido a un panorama global incierto.
Los datos del jueves apuntalaron fuertes razones para que el BoE reinicie su programa de alivio cuantitativo de compra de bonos, un día después de que un sondeo de economistas de Reuters dio una probabilidad media de 75% de que el banco inundara el mercado con otros 50,000 millones de libras de dinero en su reunión el 4 y 5 de julio.
Philip Shaw, un economista de Investec, dijo: "Nuestra mejor previsión es que la economía en general se está estancando y según nuestro punto de vista eso justifica un nuevo estímulo monetario".
El descenso de la actividad económica británica en los primeros tres meses del año hubiera sido mucho más grave si no fuera por el alza más grande en el gasto público en casi 7 años y por un pequeño avance en el sector de servicios.