Goldman Sachs
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Muchas economías de mercados emergentes han comenzado a parecerse a los mercados desarrollados a medida que las tasas de inflación caen y el riesgo de crisis monetarias retrocede, según

El debilitamiento de la relación entre la política de mercados emergentes y las tasas de EE.UU. sugiere que es poco probable que la normalización de la provoque un fuerte ciclo de alzas por parte de los países en desarrollo, escribieron en un informe analistas de Goldman Sachs, entre ellos Jan Hatzius y Jari Stehn.

Los encargados de política de los mercados emergentes se enfrentan a un dilema debido a que el crecimiento ha registrado una sólida recuperación, pero las tasas siguen siendo bajas en términos de estándares históricos, según el informe, que analiza 15 bancos centrales que tienen objetivos de inflación y tipos de cambio flotantes.

Estas son algunas de las conclusiones:

La política monetaria de los mercados emergentes en este grupo de países ahora se asemeja a la política de los mercados desarrollados en importantes aspectos. Específicamente, estos bancos centrales ahora se enfocan mucho más en las brechas de producción e inflación que en el crecimiento del PIB o el tipo de cambio.

Una diferencia que se mantiene es la asignación de un papel más importante a las tasas de interés de Estados Unidos de lo que normalmente harían los bancos centrales de los mercados desarrollados. Sin embargo, hay evidencia de que el enfoque en las tasas de EE.UU. se ha debilitado con el tiempo, según el informe.

Una inflación moderada y capacidad disponible restante deberían mantener gradual la normalización de la política monetaria de mercados emergentes, incluso si el crecimiento sigue siendo sólido y la Fed continúa su ciclo de ajuste. Esta conclusión es generalmente en gran medida coherente con el optimista panorama de crecimiento de los mercados emergentes de Goldman Sachs.

La medida en que los mercados emergentes sufren por el "pecado original" -la incapacidad de emitir deuda denominada en sus propias monedas- ha disminuido considerablemente desde la década de los noventa. La disminución de la disparidad cambiaria ha reducido el riesgo de una crisis cambiaria y ha proporcionado a los bancos centrales mayor espacio para alcanzar objetivos tales como la estabilidad de precios.

El modelo de Goldman Sachs apunta a una importante presión al alza sobre las tasas de política en Brasil y Europa Central y Oriental, mientras que México es más restrictivo debido a las condiciones macroeconómicas, que lo que garantiza el modelo. En contraste, las tasas en India y Sudáfrica se mantienen en niveles apropiados, dijeron los analistas.