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América Latina sufrirá otro año de crecimiento débil en el 2020 a medida que la lucha social afecta la confianza, según Goldman Sachs.
Además, el producto bruto interno (PBI) de la región se expandirá un 1.7% el próximo año. Sería el séptimo año consecutivo en que América Latina crece menos del 2%.
El crecimiento se recuperará de un 0.7% estimado este año liderado por un crecimiento más sólido en Brasil y México, así como una contracción más leve en Argentina, escribieron analistas liderados por el economista jefe de Goldman para América Latina, Alberto Ramos, en una nota publicada el jueves. Las estimaciones del PBI excluyen a Venezuela.
Se prevé que la inflación se mantenga baja y, con la excepción de Colombia, se observa que la mayoría de los bancos centrales aplicarán más estímulos.
Los formuladores de política monetaria en toda la región se esfuerzan para impulsar el crecimiento que se ha visto obstaculizado por factores locales, incluida la incertidumbre de los inversionistas, así como por factores adversos globales, como la disputa comercial entre Estados Unidos y China. Esto ayudó a avivar una ola de disturbios internos que derivaron en protestas violentas, crisis legales y un gobierno derrocado.
“Se espera que el entorno macroeconómico mejore en el 2020, pero solo un poco, y en varios lugares el perfil de riesgo puede estar deteriorándose”, escribieron los analistas en el informe. “La incertidumbre en América Latina sigue siendo significativamente superior al promedio histórico”.
El PBI de Brasil se acelerará a 2.2%, desde 1% este año, mientras que su tasa de inflación aumentará a 3.8% desde 3.5%, según Goldman. El crecimiento de México se acelerará hasta 1.1% durante el mismo período, desde 0.1%, a medida que los aumentos de precios al consumidor se aceleren a 3.4% desde 2.9%.
Mientras tanto, se espera que la economía de Venezuela se contraiga en un 10% el próximo año, ya que el Fondo Monetario Internacional prevé que la inflación se elevará a 500,000%.
“Anticipamos que Venezuela permanezca atrapada en una recesión aparentemente interminable y una espiral hiperinflacionaria, con un pronóstico del PBI real que disminuirá por séptimo año consecutivo”, según el informe.