Deforestación
Deforestación

Cambiar la adscripción del Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales () de la PCM al Ministerio del Ambiente (Minam) es quitarle la independencia que necesita para operar y representa un gran retroceso en la lucha contra la deforestación de la Amazonía, sostiene Rolando Navarro, quien fue jefe de la entidad fiscalizadora desde marzo del 2012 hasta enero del 2016.

“Trasladarlo al Minam es un debilitamiento enorme hacia el Osinfor, por la autonomía e independencia que ha tenido durante sus años de existencia”, indicó a Gestion.pe. Esta decisión del Gobierno ocasionó la renuncia del jefe encargado del Osinfor, , y que la administración de Estados Unidos evalúe aplicar sanciones contra el Perú por vulnerar una cláusula del TLC firmado entre ambos países.

El exfuncionario y hoy miembro del Centro de Derecho Ambiental Internacional (CIEL), en la sede de Washington, explicó que el Osinfor tuvo sus orígenes en el año 2004 y se consolidó como tal en el 2008, luego de la firma del . Su creación, señaló, se consideró necesaria debido a la gran corrupción existente dentro de la Institución Nacional De Recursos Naturales (Inrena, que hoy es parte del Minagri), que cumplía varias de las funciones hoy encargadas al Osinfor.

A partir del 2009, el Osinfor empezó a supervisar no solo concesiones forestales, maderables y no maderables, sino también permisos en comunidades nativas, permisos en comunidades campesinas, predios privados y bosques secos.

“Así se empieza a identificar varias irregularidades desde el otorgamiento del plan de manejo, y esto viene desde la elaboración que en ese entonces lo hacía un constructor forestal... Así se identificaron todos los actores de esta cadena delictiva”, detalló Navarro.

Según indicó, al iniciar su gestión en el 2012, puso en marcha un trabajo conjunto con la unidad de inteligencia aduanera de la Sunat para identificar varias centrales de riesgo, con el fin de combatir la extracción ilegal de madera. Fue así que detectaron irregularidades en las devoluciones de drawback, en beneficio de decenas de empresas exportadoras de madera, y envíos de madera extraída de forma ilegal.

“Entonces empezamos a poner en cierta dificultad a los que están involucrados en este tema y empezó a venir gran presión del grupo empresarial. Ya sabemos que precisamente las empresas han venido dando opiniones favorables al ”, manifestó el exjefe de la entidad.

A su parecer, a esto se debió su salida del cargo, puesto que en el 2015 se detectó el envío de una embarcación que aunque contaba con documentos oficiales, contenía el 72% de madera de origen ilegal. Esta es la modalidad más común en este delito: la madera se extrae de una zona distinta a la autorizada en el documento oficial.

Esto solo pudo ser detectado cuando la embarcación ya había llegado a México, debido a que las normas no disponen que el Osinfor cuente previamente con los planes de manejo forestal ni la guía de transporte forestal. Solo después de pasar por Aduanas, Sunat obtiene este documento y Osinfor puede hacer la verificación en campo, lo que le permite detectar la ilegalidad.

Desde el CIEL, Navarro ha venido observando el trabajo realizado en contra la deforestación  en el Perú y asegura de forma enfática que al menos el 90% de la madera que sale del país es de origen ilegal, aunque esté avalada con documentación oficial.

“En los años que hemos estado en la PCM hemos tenido todo el apoyo y la autonomía que necesitábamos, salvo en la última etapa en que estuve promoviendo la lucha contra el comercio ilegal de madera. Allí se quebró el tema de respaldo político y técnico, y por eso es que me cesaron del puesto”, manifestó.

Lo cierto es que en los últimos años ha descendido el volumen fiscalizado de madera extraída ilegalmente, cuyos titulares han sido sancionados. En el 2014 fueron 341 mil metros cúbicos, en el 2015 la cifra aumentó a 583 mil, y descendió en los años 2016 (404 mil), 2017 (389 mil) 2018 (213 mil), según las estadísticas publicadas en el portal del Osinfor.

“Yo creo que en los últimos años ha bajado la eficacia (del Osinfor) con respecto a lo que veníamos consiguiendo y eso se evidencia en las cifras. De hecho han estado haciendo su mayor esfuerzo durante todo este tiempo, porque ha habido mucha presión. Han hecho un requerimiento de presupuesto adicional y nunca les aprobaron. Les han obstaculizado hacer supervisiones”, explicó , quien considera que por esta razón se ha reducido el volumen fiscalizado de madera extraída de forma ilegal.

Indicó también que existe un claro conflicto de interés en , puesto que el primero fiscaliza los planes de manejo y este ministerio tiene un programa que administra planes de manejo con comunidades nativas, que es el programa de bosques, conservación, y además, ellos reciben pagos por impulsar la conservación y el Osinfor tiene que supervisarlos.

Esto, a su parecer, es un intento del Gobierno por controlar a un ente que por su labor siempre resultará incómodo. “La justificación siempre es la modernización del Estado o decir: el sector forestal es muy amplio, tiene demasiados actores, no se puede controlar, y estando en un mismo sitio se va a poder. Y lo que no logran entender hasta ahora es que el Osinfor es un órgano de supervisión y fiscalización. Nunca va a ser un órgano promotor. Tiene el papel de ser el malo de la película, como lo es la Contraloría, por ejemplo”, subrayó.