Redacción Gestión

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Las obras comprometidas en el contrato de Concesión empezaron oficialmente el 21 de mayo de 2015, con los trabajos de apertura del derecho de vía en la localidad de Ticumpinia, en el bajo Urubamba, extendiéndose luego a otros frentes de trabajo en diferentes puntos de la traza del gasoducto, en la región Cusco.

Actualmente, los trabajos para el gasoducto emplean a más de 3600 personas, la mayoría de la zona de influencia directa del proyecto. Asimismo, se calcula que ya se generaron más de 6 mil puestos de empleo indirecto.

Parte importante de la mano de obra empleada para el está dedicada a la realización de los trabajos preliminares, iniciados en agosto del año pasado, poco después de la firma del Contrato de Concesión entre el Estado Peruano y el consorcio conformado por las empresas Odebrecht Latinvest y Enagás.

A la fecha, ya ha realizado trabajos de rehabilitación y ensanchamiento en más de 300 kilómetros de caminos y vías de acceso que permitan el tránsito seguro de tuberías y maquinaria, y que una vez concluida la obra, quedarán en beneficio de la población.

Además, ya se cuenta con cinco campamentos operativos y 14 acopios a lo largo de la ruta del sistema, donde se viene almacenando la tubería para el ducto de gas.

En paralelo al desarrollo del proyecto, la empresa Odebrecht ha puesto en marcha el programa CREER, un curso de capacitación dirigido a formar jóvenes en oficios relacionados con obras civiles, que les permitan insertarse rápidamente en el mercado laboral. El primer taller, dictado por instructores de Sencico, viene desarrollándose en el centro poblado de Kiteni, y prevé extenderse próximamente a Palma Real.

De acuerdo al cronograma presentado por la empresa constructora, el inicio de la soldadura de tubos para el primer tramo, en el distrito de Echarati, está previsto para la segunda quincena de agosto.

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