(Foto: Andina)
(Foto: Andina)

Hace ocho años, se adjudicó a un consorcio conformado por Enagás, Odebrecht (hoy Novonor) y Graña y Montero (hoy Aenza), la concesión para la masificación del gas natural con la implementación de 1,000 kilómetros de tuberías, la que debía partir del yacimiento de Camisea (Cusco). No obstante, tras los escándalos de corrupción de Odebrecht, lo que impidió cumplir con el cierre financiero, en el 2017 se canceló el proyecto del Gasoducto del Sur. Desde entonces el Estado custodia (destinando recursos) los tubos, equipos e ingeniería de lo que fue este proyecto. ¿Qué se busca desde el Gobierno?