Gamarra  (Foto: GEC)
Gamarra (Foto: GEC)

Con la declaración de la cuarentena en todo el Perú, por los 15 días las actividades comerciales se paralizan casi en su totalidad, salvo las de primera necesidad, como alimentos y medicinas, entre otros.

El problema de la actividad comercial se centra en la preocupación de los comerciantes, debido a que cada grupo concentra a microempresas que dependen del ingreso diario.

Y, aunque recogimos los comentarios de que la medida será dura para los emprendedores de Gamarra, Mesa Redonda, Las Malvinas y Jirón de la Unión, reconocen la obligación de acatarlas. Pero, ¿qué se viene después?

Susana Saldaña, de Gamarra

Antes de la medida de cuarentena por los 15 días, se tenía la asistencia de la mitad de los asistentes. “Estamos en temporada baja, y aún así tenemos poca afluencia”, indicó.

Saldaña comenta que, el problema de los últimos días se acentuó con el temor del cierre de Gamarra, “eso ahuyentó más a los compradores”.

En la temporada alta se tiene más de 600,000 visitantes, y en las campañas picos de Navidad o Día de la Madre se llega al millón de personas, y hasta antes de la cuarentena estaba en 200,000 concurrentes, en las más de 50 manzanas que conforma el conglomerado de Gamarra.

Gamarra está conformado por más de 30,000 microempresarios – comenta Saldaña- de los cuales el 99.5% son microempresarios. Hay unas 200 galerías comerciales en todo el emporio comercial.

Con la paralización de las actividades, la preocupación es enfrentar el crédito de los bancos, y es que según detalla.

“Se ha tomado una buena disposición para aplazar el pago del Impuesto a la Renta, pero tenemos otros pagos y no queda claro cómo lo van a tomar los bancos. Debería emitirse una norma desde el Ejecutivo que den este periodo adicional”, expresó.

Otra de las medidas que afecta a los comerciantes es el pago de los arbitrios.

“En Gamarra los arbitrios se han elevado en 20% este año. No nos negamos a pagarlo, pero luego se debe dar un plazo adicional para hacerlo”, expresó.

Roberto Díaz, de Mesa Redonda

En el caso de Mesa Redonda, con cerca de S/ 7,000 millones en ventas anuales, Roberto Díaz sostiene que hasta la semana pasada solo tenía la asistencia del 30% del pública que regularmente concurre.

Además de los problemas del crédito bancario y el impuesto, comenta que otra de las dificultades son los trámites aduaneros que se tienen ante la llegada de la mercadería.

“No es posible que se tenga luz verde para el ingreso de la mercadería, y que Sunat pida más trámite que haga que la carga siga en el terminal de almacenamiento. No podemos sacar pese a tener todos los papeles”, expresó.

Una vez que se supere la cuarentena, Diaz considera que eso será clave para dinamizar el comercio interno.

“Reconocemos las medidas de salud pública, pero también es necesario que los microempresarios contemos con el apoyo del Estado”, dijo.

Luis Sandival, presidente del Frente Las Malvinas

Las Malvinas, es otro de los conglomerados empresariales electro-ferretero, que según uno de sus representantes mueve S/ 30 millones al día.

Además, posee más de 140 mil puntos de ventas, en las 54 galerías y con el 70% de sus ocupantes siendo inquilinos.

“El problema es que la gente trabaja y recibe a diario su ingreso, y eso ya no lo recibirán”, expresó, tras indicar que con ello se paga el alquiler de las tiendas.

Además, se tiene que pagar al banco, “no queremos perder la calificación que tenemos, si eso pasa vamos a tener problemas más adelante. Algo tiene que hacer el gobierno en ese sentido”.

Los otros financiamientos a los que recurren los comerciantes son los prestamistas, “pero tiene tasas de usureros”, sostiene Sandival.

Salvador Ode, Jirón de la Unión

En el centro de Lima hay registrado más 5,000 comerciantes, comenta Salvador Ode, expresidente de los comerciantes de Jirón de la Unión.

Para el empresario, la asistencia por estos días previos a la cuarentena ha sido solo de un 30% que regularmente visitan las tiendas.

Recuerda que solo con el factor de las rejas ocasionó el cierre de 16 grandes tiendas en las últimas semanas.

Espera que, además de las medidas del Impuesto a la Renta brinden otras facilidades para que se impulse el comercio en Lima.

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