Redacción Gestión

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París (Reuters).- El presidente francés, , anunció una importante subida de impuestos a las rentas altas y a empresas, dentro de un presupuesto destinado a mostrar que Francia tiene el rigor fiscal para permanecer en el corazón de la eurozona.

El primer presupuesto completo del dirigente socialista pretende asegurar ahorros por 30,000 millones de euros para mantener la promesa de reducir el déficit dentro de los esfuerzos de la eurozona por poner fin a la crisis de deuda.

Las medidas, que incluyen subida de impuestos para las rentas altas y un congelamiento del gasto, pretenden reducir el déficit público al 3% del Producto Interno Bruto en 2013 e impulsar la posición de como potencia de la zona euro junto con Alemania, pese a sus niveles récord de deuda.

Pero con un desempleo récord y datos económicos que apuntan a un estancamiento de la economía, hay temores de que los objetivos de déficit sean ambiciosos, especialmente porque están basados en una previsión de crecimiento económico para 2013 del 0.8%, que es ampliamente considerada muy optimista.

El presupuesto decepcionará también a quienes abogan por las reformas, al congelar el gasto público en lugar de atacar los presupuestos ministeriales, como hizo España esta semana en un intento de evitar las condiciones de un rescate internacional.

"Tenemos que volver a encarrilar a Francia", dijo el ministro de Finanzas, Pierre Moscovici, a la emisora Europe 1, haciendo hincapié en que los hogares de rentas medias y bajas estarían blindados en su mayor parte ante las subidas de impuestos, que afectarán a cerca de un contribuyente de cada 10.

"Este presupuesto trata de lucha, de reconstrucción", dijo el primer ministro, Jean-Marc Ayrault, a última hora del jueves, advirtiendo de que los rendimientos de los bonos franceses actualmente en mínimos históricos en torno al 2% podrían dispararse si no se cumple el objetivo de déficit de 2013.

Moscovici dijo que si la se estabilizaba, el crecimiento francés excedería el 0.8% el próximo año.

Los datos conocidos el viernes confirmaron un crecimiento nulo en el segundo trimestre, lo que amplía el estancamiento a nueve meses, ya que el repunte de la inversión empresarial y del gasto gubernamental se vio contrarrestado por el empeoramiento de la balanza comercial y un menor gasto de los consumidores.

Pese a una subida de los salarios, los consumidores – tradicionalmente el motor del crecimiento en Francia – incrementaron sus ahorros al 16.4% de la renta desde el 16% un año antes, ante la preocupación por el desempleo, que está en máximos de 10 años.

En otro revés para el equipo económico de Hollande, la deuda pública creció a un 91% del PIB en el segundo trimestre, el mayor nivel desde la Segunda Guerra Mundial, y el gasto de los consumidores bajó un 0.8% en agosto.

De los 30,000 millones de euros, aproximadamente 20,000 millones procederán de subidas de impuestos a hogares y compañías, con subidas de impuestos ya aprobadas este año para contribuir con unos 4,000 millones de euros en ingresos en 2013. La congelación del gasto contribuirá con unos 10,000 millones de euros.