Tras la disposición del Ejecutivo para que empresas de factoring accedan a líneas de crédito y garantías que ofrece el Fondo Crecer, gestionado por Cofide, las Sociedades Administradoras de Fondo de Inversión (SAFI) también pretenden formar parte tal iniciativa.
“Lo que nosotros proponemos es que se incluya también a las sociedades administradoras de fondos de tal manera que podamos formar parte de este canal de distribución del programa de ayuda del gobierno”, dijo Renzo Acervo, gerente general de Coril SAFI.
Esta medida permitiría incrementar el monto de financiamiento a las mypes a través de instrumentos como coberturas, instrumentos de crédito e instrumentos de inversión, así como generar una mayor confianza en el inversionista, añadió.
El objetivo de la norma, que beneficia a las empresas de factoring, es promover la adquisición de facturas negociables y letras de cambio emitidas por micro, pequeñas y medianas empresas, proveedoras de bienes o servicios mediante una cobertura del 90% del monto de cada operación o con una línea de crédito de hasta el 200% del capital de la empresa.
Según Acervo, las tasas de las transacciones varían de acuerdo con el riesgo y plazo de la operación, el respaldo crediticio y el sector económico en el cual se desempeña la empresa obligada al pago.
“Es difícil decir qué operaciones pueden ser seguras en estos momentos, por eso para tomar una operación nos fijamos en que hayan pasado un exigente due diligence (proceso de evaluación)”, sostuvo.
Sin embargo, de acceder al programa el costo de financiamiento de los negocios a través del descuento de sus facturas, que ahora oscila entre 5% y 14%, se reduciría y podría llegar a una tasa de interés de un solo dígito, dijo
Acervo comentó que el monto colocado a la fecha, mediante las SAFI que operan en el mercado peruano, supera los US$ 3,500 millones e incluye operaciones de descuento tanto de facturas y letras como contratos de cesión de derecho de facturas.
Asimismo, indicó que se está observando una reactivación en el mercado de facturas electrónicas negociables, mientras que el de letras por cobrar se detuvo ante la inmovilidad social que dificulta el descuento de documentos físicos. “Por ahora, el fondo de inversión prioriza las facturas de negocios y servicios que estén en la cadena productiva, conforme se vaya reactivando la economía se irá ampliando el portafolio de inversión a los demás sectores de producción”, acotó.