Washington, (AFP).- La contracción en América Latina y el Caribe será mayor de lo previsto, concluyó este martes el , que ajustó a la baja sus previsiones de 2016 para una región arrastrada por el rezago de Brasil y la crisis en Venezuela.

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El , que realiza esta semana su reunión anual en Washington, proyectó una caída de 0.6% en el Producto Interno Bruto del conjunto de países latinoamericanos y caribeños, peor al -0.4% previsto en julio.

"La actividad económica en América Latina y el Caribe sigue disminuyendo de velocidad", señaló el FMI en su informe Panorama Económico Mundial.

Pero las nubes deberán comenzar a despejarse en 2017, cuando el FMI espera (al igual que lo hacía en julio) ver un rebote a 1.6% en las economías de esa región de exportadores de materias primas.

Dos décimas de punto menos que en su evaluación de julio, la estimación del FMI para 2016 revela el pesimismo del ente sobre el desempeño de la economía de América Latina, que cerrará en su primer año en negativo tras un estancamiento absoluto de 0.0% en 2015.

El FMI mantuvo intactas frente a julio sus expectativas para Brasil y Venezuela, los peores alumnos del año. Pero su expectativa de una contracción mayor de la esperada en Argentina y de un crecimiento más lento en Colombia y México – segunda economía latinoamericana – contribuyeron al empeoramiento del panorama regional.

"En Brasil, la economía se sigue contrayendo, aunque a un paso más moderado, la inflación sobrepasa el margen de tolerancia del banco central y la credibilidad de las políticas ha sido abollada", indicó el FMI, que prevé una decrecimiento de 3.3%.

La inestabilidad política carcome la economía de la primera economía latinoamericana, que este año atravesó por la destitución de una presidenta y cuya clase política está sumergida en un escándalo de corrupción que salpica al nuevo gobierno.

– México impactado por EEUU –

Pero el informe muestra luces, destacando que la caída del índice de confianza "parece haber tocado fondo", gracias a "menores incertidumbres políticas" y a la absorción de los choques económicos pasados, y pronostica un rebote en Brasil a 0.5% en 2017.

Mientras tanto, en México el débil desempeño de las exportaciones y el "decepcionante" desempeño de Estados Unidos, su primer socio comercial, serán causantes de un crecimiento de 2.1%, más lento de lo que el FMI previó en julio.

"El sector manufacturero en Estados Unidos se ha desempeñado por debajo de otros sectores de la economía, y eso también ha tenido una relación directa en la perspectiva de México", dijo en rueda de prensa Oya Celasun, investigadora del FMI.

Pero el Fondo, que realiza esta semana sus reunión anual de otoño boreal en Washington, espera que la economía mexicana se acelere a un 2.3% en 2017, a medida que el sector externo se recupere.

En Venezuela, el FMI espera una caída de 10% en 2016 y de 4.5% en 2017. "Se proyecta que se profundice" la crisis económica agravada por la prolongada caída de los precios del crudo y causante de una sequía de divisas en un país petrolero que importa la mayor parte de lo que consume.

Eso se combinará con una inflación de 475% este año, antes de dispararse a un sideral 1,660% en 2017.

– Pequeños potentes –

El FMI elogió en Argentina "la importante y muy necesitada transición hacia un marco de políticas económicas más consistente y sostenible".

Pero el Fondo, que realizó hace semanas su primera misión en el país suramericano desde 2006, advirtió que la transformación impulsada por el nuevo gobierno del presidente Mauricio Macri ha "probado ser más costosa de lo previsto", por lo que rebajó su proyección 0.3 puntos, para una contracción de 1.8% en 2016.

Los otros países exportadores de materias primas seguirán reduciendo velocidad en 2016. Colombia, cuarto productor de petróleo en América Latina, crecerá 2.2% (-0.3% respecto a julio), y Chile, exportador de cobre, crecerá 1.7% (sin variaciones).

Ecuador enfrenta una "perspectiva desafiante debido al reducido valor de sus exportaciones petroleras y su economía dolarizada" y se contraerá en 2016 y 2017, indicó el FMI en su informe.

Los más pequeños serán los más potentes: Perú, Bolivia y Paraguay seguirán en su ritmo moderado, con tasas de crecimiento igual o superiores a 3.5%.