Redacción Gestión

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(AP).- La directora del FMI, , instó este fin de semana a mejorar la eficiencia y productividad de las economías de América Latina a través de la inversión en infraestructura y educación, así como a reforzar la integración regional comercial.

En las conclusiones del seminario "Desafíos para asegurar el crecimiento y una prosperidad compartida en América", organizado por el y el Ministerio de Hacienda chileno, Lagarde afirmó que solventar las deficiencias en infraestructura, reforzar la integración en el comercio y las redes institucionales en la región —incluidos el transporte y la energía— e impulsar la distribución de conocimiento son las claves para eliminar las dificultades que impiden el desarrollo de una mayor capacidad productiva en la región.

Propiciar la expansión del conocimiento "es percibido como la 'esencia del desarrollo' y sólo se puede lograr mediante la inversión en educación, formación y tecnología", afirmó Lagarde.

La jefa del destacó también la importancia de impulsar el desarrollo social y la reducción de la desigualdad, una de las cuestiones que más afectan a las economías de la región.

"Creemos que, y esto es fruto de todas las discusiones, la protección y la inclusión social están intrínseca y estrechamente ligadas al crecimiento, y que la diversificación económica está a su vez vinculada de manera crucial a una educación inclusiva y otros servicios públicos", señaló.

"En esto significa que la base de los ingresos necesita ser ampliada y ser más progresiva, de forma que pueda romper el ciclo de bajos impuestos y servicios públicos limitados", indicó.

Para esto resultan claves "la inversión en educación, la ampliación del acceso al financiamiento y la reducción de la informalidad", apuntó, al tiempo que mencionó que muchos países, Chile entre ellos, ya están trabajando en este sentido.

Esto es especialmente importante en un momento en que en términos macroeconómicos se anuncia el fin del superciclo de las materias primas y hay que enfrentar los desafíos de la política de normalización monetaria estadounidense, señaló.

"En general nuestros países deben seguir haciendo lo que han estado haciendo, utilizar la tasa de cambio como primera línea de defensa, ser prudentes en sus políticas fiscales y mantener buenas comunicaciones entre sus bancos centrales en cuanto a política monetaria", afirmó Lagarde.

Por su parte, el FMI se comprometió a analizar en los próximos meses el impacto que tendrá para América Latina la caída de los precios de las materias primas y su incidencia en las políticas monetarias de la región.

La institución también trabajará en identificar las necesidades de infraestructura e investigar en políticas para incentivar la inversión y productividad, la eficiencia del gasto público en educación y otros programas sociales con el fin de incrementar la productividad, impulsando la participación de las mujeres en la economía de cara a la próxima reunión en Lima el año próximo.

La cita que analiza los desafíos para el crecimiento de América Latina se desarrolló durante dos días en Santiago y convocó a presidentes de bancos centrales y autoridades económicas de la región.