FMI (Foto: Getty)
FMI (Foto: Getty)

Luis Hidalgo Suárez


La corrupción y la inestabilidad política han pasado a ser los primeros riesgos para el crecimiento estable de nuestra economía. El titular del MEF, Carlos Oliva, acaba de afirmar que los escándalos de corrupción que están sacudiendo al país son una gran oportunidad para hacer los cambios estructurales necesarios (Gestión 03.08.2018). Pero para hacer cambios se necesita saber qué o dónde cambiar.

En su informe final, publicado el 25 de julio, la misión del Fondo Monetario Mundial (FMI) –que visita anualmente nuestro país bajo el capítulo IV– aborda precisamente el tema de la gobernabilidad y corrupción

“La corrupción ahora se identifica como el mayor problema para hacer negocios en el Perú”, señala el informe. Dice que las consecuencias del caso Odebrecht se reflejan en el congelamiento de grandes proyectos de inversión (como el Gasoducto Sur Peruano), “reduciendo el crecimiento del PBI en un 0.8 puntos porcentuales en el 2017”.

Cabe indicar que esta cifra es algo mayor a la que había estimado el MEF (0.6 puntos).

Resalta también que, entre las funciones estatales relevantes para la actividad económica, “la gobernanza fiscal parece ser particularmente vulnerable”.

- Inversión pública -

Una evaluación reciente del FMI encontró deficiencias clave en la efectividad de la gestión de la inversión pública, como la evaluación y selección de proyectos (incluidas las asociaciones público-privadas) y la coordinación/supervisión de los gobiernos subnacionales.

También se refiere a la gobernabilidad a nivel subnacional. “Se está investigando a un número significativo de alcaldes por cargos de corrupción, lo que pone de manifiesto graves deficiencias de gobernanza a nivel estatal y de distrito”, precisa.

El informe dice que los indicadores cruzados de países sugieren que la eficiencia tributaria del Perú “está por debajo del promedio”.

Con respecto a la calidad de la administración tributaria, precisa que mientras que el Perú tiene un puntaje relativamente bueno, en general, las evaluaciones pasadas del FMI han señalado debilidades en los procesos de auditoría, alto stock de atrasos, y atención inadecuada para manejar los riesgos institucionales.

También refiere que empresas extranjeras se han quejado de que se exigen pagos con multas desproporcionadas y cargos por intereses sobre los impuestos no pagados. Y que la complejidad del sistema impositivo también puede promover la evasión de impuestos a través de la informalidad y potencialmente la corrupción.

- Impacto en la economía -

El economista César Peñaranda, director ejecutivo del Iedep de la Cámara de Comercio de Lima, refirió que en abril del año pasado se estimaba que el costo de la corrupción era restarle dos puntos porcentuales al crecimiento del PBI cada año.

Pero ese costo ahora ha subido, agregó, porque en ese entonces se esperaba que los proyectos paralizados en el país por el problema Lava Jato y el club de la construcción se fueran superando, cosa que no ha ocurrido.

Haciendo cálculos preliminares, Peñaranda estima que el costo por año de la corrupción debe estar entre 2.5 y 3 puntos porcentuales del PBI. Ello significa un costo aproximado entre US$ 5,650 millones y US$ 6,780 millones cada año.

El ministro de Economía dijo recientemente que es difícil de calcular el costo de los escándalos de corrupción, pero que su impacto en la competitividad del país se deja sentir al afectar la calidad de las instituciones, la seguridad jurídica y al imperio de la ley (Gestión 03.08.2018).