Los resultados de las elecciones congresales extraordinarias 2020 en el Perú alivian los riesgos de gobernabilidad a corto plazo al reducir el conflicto entre el poder Ejecutivo y el Congreso, pero dan pocos indicios de los futuros ajustes de políticas, dijo el martes Fitch Ratings.
Solo después de las elecciones del 2021 se sabrá con claridad cómo se equilibrarán las prioridades de crecimiento y finanzas públicas, así como el alcance de la reforma económica estructural.
La votación del domingo parece haber generado un Congreso altamente fragmentado. El escrutinio de votos de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) al 91% indica que entre siete y nueve partidos tendrán cada uno entre 5% y 15% de los 130 escaños (sujeto a un umbral mínimo de 5%).
Fuerza Popular, partido liderado por la candidata presidencial del 2016 Keiko Fujimori, perdió su reciente mayoría (2020-2021: 8% de los escaños; 2016-2020: 56%). Esto aliviará las tensiones disruptivas entre el Ejecutivo y el Congreso, aunque la fragmentación aún dificultará el progreso de las reformas, comentó Fitch.
El presidente Martin Vizcarra, quien convocó estas elecciones en un intento por resolver la crisis constitucional del año pasado, se centrará en impulsar las reformas políticas y las inversiones durante lo que queda de su actual mandato antes de las elecciones de abril del 2021, que renovará los mandatos presidenciales y del Congreso para los próximos cinco años.
“Esto requerirá forjar el apoyo de múltiples partidos para aprobar propuestas anticorrupción en el corto plazo antes de las elecciones del 2021. La flexibilidad del mercado laboral o los cambios en el sistema de pensiones son temas polémicos y permanecerán en espera hasta el próximo período”, mencionó Fitch.
Aumentar la inversión en infraestructura fue un área de consenso entre Vizcarra y el anterior Congreso, que aprobó estrategias de competitividad e infraestructura justo antes de su disolución en setiembre del 2019.
Después de la desaceleración del crecimiento interno y las protestas sociales en Chile, Colombia y Ecuador en el cuarto trimestre del 2019, la administración Vizcarra también anunció revisiones de presupuesto para aumentar el gasto de capital en el 2021, al extender el plazo para los proyectos sub-ejecutados de reconstrucción luego de El Niño (1% del PBI) e iniciar nuevos proyectos (0.7%).
“Hemos actualizado nuestras previsiones de crecimiento del PBI peruano para reflejar la parcial atenuación de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China y el estímulo fiscal para el 2021. Revisamos nuestras previsiones a 3% para el 2020 y 3.2% para el 2021 desde 2.8% y 3%, respectivamente”, subrayó Fitch.
“Consideramos estos pronósticos como conservadores, ya que una ejecución más rápida de la cartera de proyectos de infraestructura público-privada de Perú elevaría la inversión privada”, agregó.