La Reserva Federal () reveló la hipotética recesión contra la que planea poner a prueba a los grandes bancos en sus pruebas de estrés del 2021, que incluyen “estrés sustancial” en los mercados de bienes raíces comerciales y de deuda corporativa.

Los escenarios también prevén una recesión mundial en la que el desempleo en saltaría a 10.75%, el crecimiento económico caería 4% y la bolsa perdería el 55% de su valor. Un total de 19 de los bancos más grandes del país serán sometidos a la prueba este año, y los resultados se publicarán en algún momento del verano boreal.

“El sector bancario ha brindado un apoyo fundamental a la recuperación económica durante el año pasado. Aunque persiste la incertidumbre, esta prueba de resistencia le dará al público información adicional sobre su resiliencia”, dijo el vicepresidente de supervisión, Randal K. Quarles.

El test marcará un regreso a la normalidad para la Fed, que recurrió a estas pruebas dos veces el año pasado, después de que quedó claro que el impacto económico de la pandemia de había superado la grave recesión prevista por la prueba original del banco central estadounidense.

No obstante, después de ambas pruebas, la Fed dijo que descubrió que los bancos más grandes seguían bien capitalizados pese a las severas recesiones, y en diciembre relajó las restricciones sobre los pagos de capital, como la recompra de acciones.

El próximo test se aplicará a 19 de los bancos más grandes del país, aunque las firmas más pequeñas que son analizadas ahora en un ciclo de dos años podrían optar a la prueba este año si así lo desean.

Diez de los bancos con las mayores operaciones comerciales también serán evaluados frente a un hipotético shock del mercado global, mientras que 12 de las firmas con operaciones comerciales o de procesamiento importantes también serán evaluadas ante la incapacidad de su contraparte más grande para probar su capacidad de recuperación.