Redacción Gestión

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En Perú, la FAO ha trabajado junto con el Instituto Nacional de Investigación Agraria () en el fortalecimiento del Sistema Nacional de Semillas para incrementar de forma sostenible la producción de alimentos, y ¿cuál fue el resultado?.

Los agricultores familiares de las zonas rurales del Perú, junto a otras de Ecuador y Bolivia, incrementaron hasta en un 51% los rendimientos de sus cultivos de papa, maíz, quinua, frejol y haba, con el uso de semilla certificada.

Con el apoyo técnico de la FAO, 90 organizaciones de productores de semilla certificada de los tres países andinos lograron producir cerca de 2.900 toneladas de semilla certificada en las últimas tres campañas agrícolas, cubriendo con ello más de la tercera parte de la demanda local de semillas en la región.

La producción de semillas se constituye, así, en un negocio rentable para estas familias de pequeños productores: con una rentabilidad cercana al 100%, el incremento en sus ingresos redunda en la mejora de su calidad de vida, su Seguridad Alimentaria y el desarrollo local.

Semillas AndinasEstos resultados han sido alcanzados tras cuatro años de implementación del proyecto regional "Semillas Andinas" que la FAO ha ejecutado en Perú, Bolivia y Ecuador, con el apoyo financiero de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID).

Al respecto, la Oficial de Protección Vegetal de la FAO¨, Tania Santiváñez, aseguró que esta mejora ha permitido que los ingresos de los agricultores rurales ha mejorado en "más del 20%".

"Además de mejorar la producción de estos agricultores, el rendimiento ha aumentado y ese rendimiento ha generado que ellos comercialicen sus productos y es ahí donde los ingresos se han incrementado", anotó a gestion.pe.

Indicó que estos mayores ingresos ha permitido que las familias puedan acceder a educación, comunicaciones y otros bienes que mejorar la calidad de vida de los beneficiarios.

En los tres países donde se ha realizado el proyecto "Semillas Andinas" de la FAO, las asociaciones de productores de semillas han comercializado semillas por un valor de US$ 2.3 millones, lo que ha permitido dinamizar las economías locales en torno a estas organizaciones".

En el Perú, la FAO trabajó de la mano con INIA y los gobiernos regionales de Puno, Huánuco y Ayacucho para lograr que 32 organizaciones semilleristas inyectaran a sus economía locales cerca de US$ 1.4 millones.

Esto a través de la producción y comercialización de casi 3,000 toneladas de semillas de cultivos nativos con alto valor alimenticio y económico como la papa, la quinua y el maíz amiláceo. Se estima que la semilla comercializada ha permitido beneficiar a no menos de 5,500 usuarios de semilla.

"El proyecto Semillas Andinas ha demostrado que sí se puede mejorar la calidad de vida de los agricultores con la semilla de calidad. Ha quedado demostrado que los agricultores sí pueden asociarse. La asociatividad ha sido determinante en los resultados alcanzados", dijo Alberto Maurer, Jefe del Instituto Nacional de Innovación Agraria de Perú (INIA).

Según la FAO, en el Perú, el 81% de las explotaciones pertenece a la agricultura familiar y por ello resulta particularmente importante focalizar medidas que promuevan la producción, acceso y uso de semillas de calidad entre los agricultores familiares que producen la mayor parte de los alimentos para el consumo interno.