Uno de los problemas que enfrentan las empresas en medio de la crisis económica, ocasionada por la pandemia del coronavirus (Covid-19) es la falta de liquidez, para realizar el pago de sus trabajadores y proveedores; y de esa manera no romper la “cadena de pago” como reiteran los gobiernos alrededor del mundo.
Uno de los mecanismos para la obtención de la liquidez, cada vez más usado por las microempresas es el factoring, es decir, “vender” sus facturas pendientes de cobro a los bancos o empresas de factoring, facilitando así recursos de manera inmediata.
La ministra de la Producción, Rocío Barrios, dijo a Gestión que en los próximos días se debería emitir el reglamento para el factoring.
“Justamente estamos viendo con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) esta medida para inyectar liquidez a las pymes a través de descuentos de las letras y títulos. Básicamente es dinamizarlos muy rápidamente”, afirmó.
Esta es una medida pendiente, luego del Decreto de Urgencia que se emitió a inicios de año, reduciendo plazos para la negociación de facturas, pero aún sin reglamento.
Gestión supo que esta medida sigue en la agenda pendiente del MEF.
Dinamización o muerte
Por su parte, Piero Ghezzi, ex ministro de la Producción, sostiene que el factoring se ha convertido en uno de los instrumentos de liquidez cada vez más utilizado por las mypes, pero no solo en las entidades del sistema financiero (ESF) en donde es difícil obtener líneas de crédito, sino en las empresas especializadas a las que recurren.
“En los últimos años se ha dado un avance importante, el número de transacciones en las empresas de factoring tiene un crecimiento anual de 40%”, comenta Ghezzi, tras indicar que son alrededor de 40 empresas que participan en este sector y movilizan más de S/ 12,000 millones al año.
“Es un actor importante que aporta al PBI, que lo podemos perder”, afirma.
El problema es que estas empresas especializadas de factoring en la coyuntura actual no podrían esperar los pagos de las facturas, que en promedio tienen plazos de 60 días, perdiendo la liquidez y las facilidades de financiar a las microempresas.
“Estas empresas no pueden esperar que pase la tormenta, porque pierden ingresos”, indica.
A diferencia de las entidades financieras en las que se realizan operaciones constantes, las empresas de factoring están vinculadas al cumplimiento de los pagos.
“Lo que hemos ganado en cinco años en las operaciones de factoring lo podemos perder en un mes”, menciona.
Ante ello, plantea que el gobierno emita un Decreto de Urgencia con un enfoque de garantías, para asegurar el crédito de estas empresas de factoring.
“No tiene que ser al 100% de garantía, sino al 90%. Se podría iniciar garantizando las facturas que están en Cavali”, afirma.
“Si eres una empresa de factoring y prestas a 60 días con una tasa de 2% por mes, si las cosas no salen bien pierdes el 100%, y si sale bien ganas el 4%, el balance de riesgo es malísimo porque hay más que perder”, expresó.
De esta manera, reitera que se debe asegurar las líneas de financiamiento a las empresas de factoring mediante este mecanismo de garantías.