Ayer el nuevo presidente de la República, Francisco Sagasti, tomó juramento a su nuevo gabinete de ministros encabezado por la abogada constitucionalista Violeta Bermúdez. Este equipo, de no haber eventualidad alguna, estará a cargo del Poder Ejecutivo hasta el cambio de gobierno a realizarse en julio del 2021.
La consultora global de riesgo político Eurasia Group, en un informe publicado antes de la designación del gabinete ministerial, indicó que la designación de Sagasti reducirá el riesgo de inestabilidad y que “el enfoque de la administración interina probablemente estará en mitigar la emergencia económica y de salud ocasionada por el COVID-19, además de asegurar que las elecciones generales de abril se realicen según lo planeado”.
“Cualquier esfuerzo por retrasar la votación, incluso si llega una segunda ola del coronavirus, provocaría una fuerte reacción pública en contra”, indica el documento elaborado por María Luisa Puig y Laura Duarte, directora para Latinoamérica e investigadora de Eurasia Group, respectivamente.
Congreso y estabilidad
Puig y Duarte consideran que será poco probable la implementación de reformas importantes y que incluso los congresistas podrían impulsar algunas iniciativas populistas pese a una posible oposición de la nueva administración. Sin embargo, precisan que, en una primera etapa, “es probable que el nuevo presidente tenga mayor capacidad de negociación”.
De otro lado, las masivas protestas en contra de la toma de poder de Manuel Merino pusieron en evidencia un profundo descontento de la población hacia la clase política tras tres años de choques institucionales y escándalos de corrupción, apuntalados por la peor crisis económica en décadas.
“Sagasti ha sido designado por un congreso desacreditado y tendrá que conseguir el apoyo del público —no es un político muy conocido. Cualquier escándalo grave o paso en falso que involucre a la administración recién nombrada podría provocar nuevas protestas que pongan en peligro su cargo”, indica Eurasia Group.
Tribunal Constitucional
Al margen del apoyo popular, la estabilidad de futuras administraciones también depende de la decisión que tome el Tribunal Constitucional sobre la vacancia presidencial por incapacidad moral y sus límites.
“El fallo también será importante para el próximo gobierno que asuma en julio de 2021. Es posible que el próximo presidente no obtenga la mayoría en el Congreso o no pueda garantizar el respaldo de los legisladores dada la debilidad del sistema de partidos, dejándolo vulnerable a intentos de vacancia”, señalan Puig y Duarte.
Sin embargo, los eventos de la semana pasada podrían haber marcado un punto de quiebre para los próximos años. “El apoyo público probablemente será más importante para las decisiones del Congreso, tras de la destitución de Martín Vizcarra”, agregan.
Partido Morado
Eurasia Group señala que si Sagasti, excongresista del Partido Morado, puede mantenerse en el poder y ganar el respaldo de la población, probablemente crezcan las opciones de victoria para Julio Guzmán en las elecciones generales de abril.
“Si Sagasti falla, eso acentuaría el descontento con la clase política en lo que ya se perfila como una elección antiestablishment”, concluye.